El pionero en innovación y gran figura en la industria de la tecnología, Steve Wozniak, cofundador de Apple, estuvo presente en el Jalisco Talent Land Digital, evento de networking de talentos que este año reunió asistentes digitales de más de 10 países.
En una conversación con Freddy Vega, CEO de Platzi, Wozniak explicó que, cuando él era más joven, toda la tecnología que existía lo hacía con alrededor de mil o dos mil transistores, y actualmente son veinte millones.
Dijo que trabajó como diseñador de software en Atari y se le ocurrió que los juegos de arcade podrían ser mucho más atractivos a color que en blanco y negro, y lo hizo a partir de la tecnología de los colores que existía en los televisores en ese entonces.
Respecto a su relación con Steve Jobs, comentó que ambos hicieron un trato en el que cada año Jobs lo visitaba, veía sus invenciones y se las llevaba con el propósito de transformarlas en un negocio para conseguir dinero. “(Jobs) reconocía no tener una gran visión de lo que era una computadora, pero sabía muy bien cómo negociar y vender el producto”.
En ese entonces, las computadoras eran más para empresas y contabilidad, por lo que no era muy común tener una en casa, pero Wozniak se dio cuenta de que, a raíz de la implementación de los juegos en ellas, la gente querría empezar a tener una en su hogar.
“Con Apple, me di cuenta que podía convertirme en un ingeniero de tiempo completo y no sólo en un diseñador de software”, comentó respecto a las razones que lo motivaron dejar Hewlett Packard.
El legendario precursor de la computación personal dijo que las herramientas de programación serán “una cosa muy recurrente a partir de ahora”. Finalmente, compartió que a pesar de que la tecnología ya es una gran parte de nosotros y cada vez está teniendo un mayor poder, aún existen aspectos del ser humano que no pueden ser replicados por ella.
“Yo, como persona, puedo tener recuerdos o visualizar eventos divertidos de mi vida, ya sea un carnaval, la playa, todos esos sentimientos que una computadora no tiene… ¡porque no ha vivido una vida humana!”.