La Agencia de Inteligencia Secreta de Rusia (FSB, por sus siglas en inglés) fue comprometida por un ciberataque. Un grupo de ciberdelincuentes logró robar 7.5 terabytes de datos de su contratista SyTech, según la revista Forbes.
Entre la información comprometida destaca un proyecto para anular el anonimato de la navegación de Tor (la red que se utiliza para entrar a dark web y deep web), eliminar redes sociales y ayudar al Estado a tener su propio Internet separado del resto del mundo. Los atacantes mandaron la documentación a los principales medios de comunicación del país para su difusión.
El grupo, llamado 0v1ru$, accedió a los servidores de SyTech en lo que ya ha sido bautizado como “la fuga de datos más grande de los servicios de inteligencia rusos”, aunque el informe que ha realizado la BBC detalla que no han salido a la luz secretos de Estado “reales”. De hecho, el proyecto Nautilus-S, para dejar de hacer anónimo a Tor, se lanzó realmente en 2012 bajo el mandato del Instituto de Investigación Kvant de Rusia, bajo el FSB, lo cual no es una noticia nueva, aunque se cree que se han logrado avances para prevenir o interceptar comunicaciones en la Red.
Por otra parte, las actividades concernientes al logro de una ‘Internet rusa’ siguen las disposiciones firmadas por el presidente Vladimir Putin para “el funcionamiento estable de la Internet rusa (Runet) en caso de que caiga la infraestructura global de la World Wide Web”. Por ello, más allá de la información revelada, la importancia del acto reside en el hecho de la intromisión en sí en los servicios de inteligencia rusos y la facilidad con que se ha conseguido. Los socios terceros siguen siendo el eslabón más débil para las cadenas de inteligencia de todos los países del mundo.