El trabajo a distancia en los últimos tres meses ha tenido un impacto positivo en la productividad y, si se mantiene a largo plazo, puede tener un efecto multiplicador en términos de reducción de costos tanto del empleador como de los empleados, menor congestión de tráfico, menor nivel de contaminación y disminución del número de accidentes en el lugar de trabajo, según un estudio de GlobalData.
Son muchas las grandes empresas, gigantes de la tecnología mundial, que ya han adoptado la nueva cultura de trabajo basada en el teletrabajo. Recientemente Twitter anunció que la mayoría de sus empleados pueden optar por el trabajo a distancia para siempre. Google que también ha permitido a la mayoría de sus empleados trabajar desde casa hasta el 2021.
Empresas como Facebook, Dell, Square, Slack, Box, Zillow y muchas más han iniciado planes similares para adaptarse a los cambios provocados por COVID-19.
“Es una situación en la que todos ganan, tanto los empleadores como los empleados, y una bendición disfrazada para algunos. Esto, por un lado, reducirá los costos fijos para los empleadores y les permitirá contratar recursos de talento de cualquier parte del mundo. Por otro lado, permitirá a los empleados alejarse de las ciudades metropolitanas donde el costo de la vida es muy alto. Los beneficios para la sociedad también se verán a largo plazo en forma de menor tráfico y reducción del nivel de contaminación atmosférica y acústica”, afirmó Arnab Nath, analista de investigación económica de GlobalData.
El creciente nivel de migración urbana se ha convertido en un problema importante que ha ejercido presión sobre la infraestructura existente en las principales ciudades del mundo, lo que ha dado lugar a mayores niveles de contaminación, congestión del tráfico y accidentes. Con la nueva cultura de trabajo que está surgiendo, las personas tendrán la opción de volver a sus pueblos de origen, lo que aliviará la creciente presión sobre las grandes ciudades.
Según las encuestas realizadas sobre el trabajo a distancia en todo el mundo, la mayoría de los profesionales encuestados están dispuestos a seguir trabajando a distancia. Los programas informáticos, las videoconferencias, los servicios en la nube y las plataformas de colaboración están permitiendo a las empresas celebrar reuniones, capacitar y ayudar a los empleados a mantenerse conectados.
A menudo la ubicación del trabajo se convierte en una limitación entre los empleadores y los empleados, que se minimizará fácilmente en la nueva cultura de trabajo normal, ya que la mayor parte del trabajo puede realizarse a distancia.
La contratación de personas con talento de cualquier lugar será más fácil y ayudará a las empresas a seguir siendo competitivas junto con el ahorro en los costes empresariales.
“Los cambios provocados por COVID-19 cambiarán muchas prácticas comerciales con el tiempo, ya que las empresas empiezan a darse cuenta de que no se requiere una oficina para dirigir la empresa y la cultura del trabajo a distancia se convierte en la nueva normalidad”, concluyó Nath.