Cuando pensamos en cómo funcionarán las empresas, los gobiernos, las organizaciones, los fabricantes e incluso la sociedad en el futuro, dos palabras vienen a nuestra mente: Empresa Inteligente.
Una red mundial de sensores conectados mediante tecnología inalámbrica a computadoras que analizan los datos, dará a las empresas de todo el mundo una mayor cantidad de información y visibilidad sobre cómo funcionan las personas, los dispositivos y los sistemas.
Las empresas tendrán una nueva “inteligencia” para tomar decisiones de manera inmediata.
Las ciudades sabrán y podrán controlar –en tiempo real– la asignación de flujos de tráfico, agua y electricidad, así como otros innumerables factores de la vida urbana.
Las compañías comercializadoras, por ejemplo, conocerán y serán capaces de reaccionar –al instante– conforme a la manera en que se mueven los productos, el inventario y dónde se necesitan estos exactamente.
Los fabricantes, por otro lado, podrán saber –enseguida– qué partes y con qué prioridad son necesarias, para comenzar su producción de manera instantánea.
Las empresas en general, estarán conscientes de lo que sucede a su alrededor y podrán actuar con base en esa información. Por ejemplo, serán capaces de conocer la ubicación de sus empleados en el momento, así como visualizar una posición óptima de sus colaboradores en el futuro, para satisfacer las necesidades de los clientes.
En el corazón de una Empresa Inteligente, se encuentran sensores como las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID), que combinan un chip de computadora con una antena de radio para rastrear y transmitir datos de forma inalámbrica a las computadoras.
Esta nueva visibilidad fomentará el crecimiento de las compañías, la toma de mejores decisiones respaldadas por datos y una mejora drástica en la eficiencia de sus operaciones. Ahorrarán tiempo y dinero, serán más ágiles y tendrán una ventaja competitiva. Todo ello, si llegan a adoptar estas nuevas tecnologías.
¿Cómo una Empresa Inteligente puede ayudar a las empresas y a sus consumidores?
El futuro de la conectividad, conocido como Internet de las Cosas (IoT), ya está aquí.
Según Garter Inc., se prevé que durante 2017, 8,400 millones de cosas conectadas estarán en uso en todo el mundo, 31% más que en el 2016. Además, se espera que esta cifra incremente, para alcanzar unos 20.4 mil millones en el 2020.
Las empresas gastarán 235 mil millones de dólares este año para conectar dispositivos al IoT, según Gartner. Eso es un 22% mayor si se compara con 2015.
En 2014, unos 1,300 millones de personas estaban conectadas por dispositivos móviles inalámbricos, representando el 37.4% de la fuerza laboral mundial. Eso crecerá a 1.75 mil millones en 2020, representando el 42.0% de la fuerza laboral mundial, según Strategy Analytics.
Piense en un proveedor dedicado al cuidado de la salud y atención médica que puede rastrear los signos vitales de un paciente y con base en ello, dar atención personalizada de acuerdo a las necesidades de cada persona. Actualmente, las enfermeras pasan el 30% de su tiempo ingresando los datos de salud de los pacientes en una computadora. Un rastreador inteligente lo hará automáticamente, en tiempo real, y liberará al personal para que pueda otorgar una mejor atención a quienes la requieran.
Otro ejemplo es el caso de un minorista que conecta los estantes de las tiendas con sensores y beacons 1 para hacer un seguimiento del inventario. Con los datos generados al momento, es posible enviar cupones de descuento al smartphone de un cliente, mientras se encuentra en la tienda mirando distintos productos.
Imagine poder controlar su casa a través de dispositivos habilitados para IoT, rastreando el uso de energía, haciendo un registro de lo que hay en el refrigerador y pidiendo más comida en línea.
El impacto económico del IoT ya se puede sentir
El mercado de los dispositivos de identificación por radiofrecuencia (RFID) y la tecnología subyacente para los sensores está explotando. Según la firma de consultoría IDTechEx, con sede en Reino Unido, las ventas totales de dispositivos RFID en 2015 fueron de 10,100 millones de dólares, frente a los 9,500 millones de dólares en 2014 y los 8,800 millones de dólares en 2013.
Esto, incluyendo etiquetas, lectores y software/servicios para tarjetas, etiquetas y todos los demás factores, tanto para RFID pasiva como activa. IDTechEx prevé que aumente a 13,200 millones de dólares en 2020.
Mientras el poder de cómputo se ha disparado y la cantidad de energía necesaria para cada cálculo se ha desplomado, la capacidad de rastrear y analizar los datos está llegando a un punto en el que las empresas deben tomar medidas.
De hecho, nos acercamos al punto donde los datos son el nuevo dispositivo. Las empresas que no se adapten a esta nueva forma de captura de datos, análisis y acción inmediata, se quedarán atrás.
Y eso, no es muy inteligente.
La empresa Zebra, en colaboración con el Technology and Entrepreneurship Center de Harvard (TECH), reunió a 40 ejecutivos líderes, expertos de la industria y encargados de formular políticas para el “Simposio de Innovación 2016: La Empresa Inteligente”. En este enlace se puede descubrir cómo estos líderes de pensamiento definieron una “Empresa Inteligente” y exploraron las mejores prácticas y oportunidades para organizaciones de diferentes tamaños e industrias.
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Por Jeff Schmitz, Director de Marketing de Zebra Technologies.
1 Son dispositivos diminutos que utilizan tecnología bluetooth para asociarse a otros dispositivos, como smartphones con una app de rastreo de beacons, proporcionando datos en tiempo real y revolucionando la manera en cómo el consumidor realiza compras, ya que este podría recibir las más diversas señales como cupones de descuentos, catálogos, ofertas e información adicional que pudiera ser de utilidad.