La tendencia creciente en el uso de dispositivos móviles y el auge de los servicios de mensajería instantánea y redes sociales, resultan en la actualidad, en una suerte de ubicuidad y celeridad en la comunicación con nuestros familiares y amigos. Y no sólo eso, sino que en el ámbito de las relaciones sentimentales, representan una prolífica fuente de nuevos lenguajes y comportamientos que podrían facilitar o complicar el trabajo de Cupido.
Así, estas tecnologías ya son una extensión más de nuestros romances y relaciones, es decir, un espacio adicional para romancear y enamorarnos. Hoy en día es más sencillo comunicarnos a través de nuestro smartphone y una gran variedad de aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales, para saber en dónde y qué está haciendo nuestra “media naranja” en todo momento.
Nos queda claro que estos medios de comunicación no son exclusivos de quienes tienen pareja, en mucho casos incluso pueden detonar un romance. ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado el nombre de una persona que nos parece atractiva e inmediatamente buscamos su perfil en Facebook? y si la pena no se apodera de nosotros la “agregamos como amigo(a)” lo cual en caso de tener suerte y ser aceptados nos abre un abanico de posibilidades para interactuar.
Pero no todo es miel sobre hojuelas pues, siendo honestos, quién no ha tenido esa “cosquilla” por darle una checadita al smartphone o cualquier otro dispositivo de su pareja para conocer sobre sus comunicaciones con otras personas. Al menos, 22% de las personas admitieron haberlo hecho y, de entre estos, 48% lo hicieron sin el consentimiento de su pareja.
¿En qué momento ha revisado el dispositivo de su pareja?
Fuente: Elaborado por The Competitive Intelligence Unit (2015)
Detrás del hecho de revisar el smartphone o tableta de la pareja subyacen diversas razones. Unas parecen neutras, como que 58% de esas personas lo hace por “simple curiosidad”. Otras explicaciones suenan poco alentadoras, ya que 37% se vio “obligado a revisar por actitudes sospechosas de su pareja o por mera desconfianza”. En contraste, sólo 5% lo hace “por amor a su pareja” o al menos es la excusa que se dan a sí mismos para justificar su actuación, aunque en The CIU creemos que regalar flores es una mejor muestra de cariño.
De acuerdo con datos recabados con motivo del día del amor y la amistad, se obtuvo que la mitad de las veces que las parejas revisan algún dispositivo de su compañero, éste se encuentra presente. Las veces restantes, él o ella aprovecha cuando su “media naranja” necesita acudir al baño (29%), atender otras ocupaciones (14%) o dormir (7%) y así echar un ojo a sus comunicaciones.
¿Por qué ha revisado el dispositivo de su pareja (tableta, laptop, smartphone)?
Fuente: Elaborado por The Competitive Intelligence Unit (2015)
Por otro lado, parecería que contar con las claves de acceso al dispositivo o redes sociales de la pareja podría ser un símbolo de confianza. Sin embargo, los datos no parecen alentar esta hipótesis. Es simple, mientras que 84% asegura tener las contraseñas de su pareja, solamente 46% de los mismos estaría dispuesto a proporcionarlas a sus compañeros sentimentales. Lo que nos lleva a pensar que la confianza entre los enamorados digitales no es recíproca o, simplemente, las claves de acceso fueron obtenidas sin el debido permiso. ¿Qué explicación prefiere usted?
Ahora, reflexionemos un poco sobre el singular lenguaje amoroso en las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. En principio, “dar like” a todas y cada una de las publicaciones de determinada persona podría significar coqueteo. También, es posible que dejar un mensaje como “visto” o que las “palomitas azules” estén seguidas de ningún texto equivalga a “estoy enojado / no quiero hablar contigo”. Ni se diga del subtexto alrededor del unfollow y los bloqueos, que bien podrían traducirse como “cortaron y a la mala”.
Pero no todo este lenguaje es sujeto a cierta interpretación, sino que a veces implica una acción o, incluso, reacción. Si el lector no cree en ello, basta aclarar que 16% de los encuestados terminó sus relaciones a causa de las redes sociales. Y no sólo eso, 8% admite haber espiado a su pareja a través de cuentas alternativas, lo que significa que las redes sociales son herramientas útiles para constatar o poner a prueba la fidelidad. Los datos parecen justificar la actitud espía, ya que la probabilidad de alguien cometa una infidelidad, con ayuda de las redes, se encuentra cercana a 13%.
Ahora bien, para algunas parejas (y vaya que no son pocas) existen cosas tales como likes o comentarios incómodos en determinadas publicaciones, sobre todo si nacen de la competencia amorosa. Para muestra, un botón: tres de cada cinco encuestados han sentidos celos, enojo e incluso, hasta ha discutido como consecuencia de revisar las publicaciones de sus compañeros románticos.
Para concluir, cabe reconocer que en el amor nada es seguro. Si bien los dispositivos inteligentes y las redes sociales acercan a los amantes, también exacerban sus obstáculos, ya que el romance digital es un nuevo idioma con el que iniciamos, mantenemos o terminamos una relación, pero también resulta ser un contexto más en el que fluyen nuestras emociones.
-Samuel Bautista y Jacqueline Hernández, The Competitive Intelligence Unit