“Hemos colaborado con el FBI, pero este caso ha trascendido la figura del teléfono. Se trata de nuestro futuro”, explicó Tim Cook, CEO de Apple, en ABC News. Acto seguido, el líder tecnológico lanzó la siguiente pregunta a todos los ciudadanos: “¿puede el gobierno obligar a Apple a escribir un software que creemos haría vulnerables a millones de clientes en todo el mundo, incluyendo a los Estados Unidos, y sobrepasar las libertades civiles más fundamentales, aquellas sobre las que se cimienta este país?”
Con el interrogante, Cook quizás pretenda revertir los datos que dicen que más del 50% de los norteamericanos se posicionan a favor de las rogativas oficiales. Bien es cierto, según dicen los expertos, que en cuestiones que afectan al terrorismo, el miedo es un factor determinante a la hora de rechazar derechos fundamentales. Sin embargo, el máximo mandatorio de Apple se mostró sereno y convencido de sus argumentos, hasta el punto de que no parece nada fácil desencallar el caso y llevarlo a territorio gubernamental.
“La única manera de conseguir más información sería escribir una pieza de software que nosotros la percibimos como equivalente a un cáncer. Para obtener esta información adicional el FBI nos obliga a exponer datos de miles de millones de personas”, una cuestión que Cook considera que tendría “implicaciones negativas para el país”.
La semana pasada, un juez de primera instancia ordenó a la compañía cumplir con la solicitud, pero Apple se ha negado, y debe presentar una apelación durante el día de mañana. “Tales decisiones no se deben tomar en los tribunales”, dijo Cook, que instó al congreso a aprobar leyes tas un debate público. Parece que en algo le han atendido, ya que durante el día de hoy se celebrará una audiencia en el Congreso de los Estados Unidos que tratará los requerimientos de accesos gubernamentales a datos.
-IDG.es