Existe un famoso dicho que dice: “No temas si apuntas a sol, pues aún si fallas, aterrizarás en las estrellas”. Sabemos que la labor de seleccionar metas y tácticas de TI exige contar con un objetivo definido. La selección no es sencilla: ¿debe apuntar alto para obtener grandes ganancias? ¿O apuntar hacia objetivos más próximos y a mejoras especificas?
Seleccionar la dirección correcta de las inversiones de TI puede ser apabullante. Las opciones son diversas. Una variedad de opciones tecnológicas ofrecen valor y prometen enormes beneficios. Sin embargo, los fondos deben estirarse para incluir la mayor cantidad de proyectos e iniciativas posibles. La negociación para decidir qué área tiene mayores necesidades puede ser intensa.
El equipo de TI debe establecer las prioridades, por supuesto, pero ¿cuáles deberían ser los factores de evaluación? ¿Cómo se selecciona? ¿Cuál es el camino que ofrece mayor valor ahora y en el futuro?
Esta época tumultuosa de innovación operacional y tecnológica ofrece una amplia variedad de soluciones de TI, aplicaciones avanzadas y conceptos innovadores, muchos considerados como disruptivos o generadores de cambio.
La digitalización, el Internet de las cosas, cloud computing y la ciencia de los datos están entre los principales temas que permiten lograr grandes beneficios.
Demasiadas elecciones pueden confundir
Considerar cuidadosamente cada una de ellas, toma tiempo, requiere una investigación y evolución que puede incluir requisiciones (RFIs) con varias páginas, largas reuniones con proveedores y demos tediosas. Determinar la estrategia de la solución que sea apta para la actualidad y que soporte necesidades futuras requiere entender estos temas, y conocer las tendencias tecnológicas, así como las directivas de la empresa.
¿Qué deben hacer los ejecutivos para asegurarse que están llevando a la empresa en la dirección correcta?
Ante todo, consultar con expertos que los guíen, confiar en soluciones específicas diseñadas para soportar a las empresas en sus progresos. Está comprobado que se tendrá mayor éxito con un plan estratégico de TI.
A partir de nuestra experiencia, les detallamos los siguientes tips:
Focalizar la visión en los objetivos de la empresa
Conocer los objetivos. Focalizar las metas tecnológicas con los objetivos de la empresa. ¿Cómo pueden estas elecciones tecnológicas ayudar a que el negocio sea más eficiente? ¿O pueden lograr productos y servicios mejores? ¿Ayudaría a llegar a más clientes y socios? ¿Cómo afectarían al personal calificado?
Una vez que sabemos que la estrategia tecnológica está alineada con el plan de crecimiento general y “go to market” de la empresa, se puede pasar al segundo paso.
Entender el valor de la tecnología para ser competitivo
¿Qué es lo verdaderamente importante como diferenciador competitivo? ¿Que resulta único para tu empresa, productos o servicios que la hacen resaltar frente a la competencia? ¿Es la innovación del producto, la experiencia del cliente, la calidad el servicio o una entrega más rápida de los productos? Es importante saber distinguir las diferencias para priorizar el orden y fortalecer aún más estas características.
Conocer e identificar la facilidad de implementación
Al evaluar los diferentes proyectos tecnológicos es importante conocer la dificultad de ejecución, es decir, tener una noción del costo, los desafíos y el tiempo de implementación. Para decidir la mejor opción, se deben considerar los tiempos para el ROI (retorno de la inversión).
Tener un “roadmap”
Una vez identificada la oportunidad a seguir, se debe planificar un programa de cómo se ejecutará en el tiempo. Se deben incluir hitos, como pasos a seguir, recursos internos y presupuestos. Planificar la interconectividad de las soluciones, visibilidad, compartir datos y almacenamiento de datos. Considerar al acceso remoto con dispositivos móviles, la agilidad de los sistemas y los temas importantes del sector que se enfrentarán, como cumplimiento de normas y necesidades de reportes. Tener en cuenta como será la relación con los socios de la cadena de suministro, los canales, colegas y clientes. De esta manera se tendrá una visión íntegra para compartir y prevenir los conflictos potenciales.
No es fácil, pero es factible
Este ejercicio puede ser difícil y desafiante, especialmente para empresas de manufactura que están acostumbradas a realizar inversiones de TI en respuesta a necesidades específicas, en lugar de que sea parte de un plan estratégico para un crecimiento a largo plazo. Muchas organizaciones trabajan con consultores externos en la etapa de implementación. Lamentablemente, las empresas que se especializan en la implementación no cuentan con el conocimiento necesario de software para poder realizar un plan estratégico. Asegúrese de trabajar con expertos con conocimiento del mercado para contar con recomendaciones útiles.
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El autor de este artículo, Lisandro Sciutto, es Director de Productos de Infor LATAM.