Podemos asumir que el rol de los datos para las organizaciones es crucial y es algo que está en el radar de la mayoría de los ejecutivos. Sin embargo, en México todavía no es lo habitual ver organizaciones contratando directores digitales (CDO o Chief Digital Officer) que ocupen un puesto en la junta directiva.
Lo que he observado en muchas conversaciones con los principales líderes empresariales de todo el país, es que muchos de ellos están conscientes del poder de los datos, pero sólo unos pocos tienen una comprensión profunda de las implicaciones de su uso intensivo.
Muchas empresas con operaciones en México e iniciativas de datos y analítica a menudo están siendo ejecutadas como resultado de proyectos globales, los cuales típicamente son más avanzados. Estos son proyectos que quieren ser emulados con éxito, gracias a sus beneficios en áreas como el pronóstico de ventas y la optimización del inventario.
Empero, introducir un proyecto que tuvo éxito en otro lugar (o porque está de moda hacerlo) no necesariamente significa que las organizaciones locales sabrán cómo evolucionarlo. Los proyectos en torno a la analítica pueden durar unos meses y luego se cae la pelota. Con este escenario en mente, diría que cada junta mexicana necesita un CDO.
Tras asesorar a muchas organizaciones sobre su estrategia analítica, puedo decir que es muy difícil demostrar el valor de estas iniciativas sin el patrocinio de la junta directiva. La automatización de los aspectos operativos del negocio puede traer muchos beneficios a la línea de fondo del negocio, pero también puede crear resistencia en torno al proceso y al cambio cultural, algo que la alta gerencia debe tener en cuenta y, debe manejar de forma adecuada.
Para lidiar con el retroceso y evitar el desperdicio de valiosos recursos organizacionales en la operación, es esencial tener a alguien de alto nivel que se ocupe de las diversas iniciativas de datos y que sea más estratégico.
Algunas empresas ya lo están haciendo: un gran banco mexicano recientemente contrató a un CDO con un doctorado en Matemáticas, que no sólo puede analizar los beneficios de los proyectos de datos, sino también comunicar su valor a los colegas de la junta y manejar el cambio de forma inevitable.
Crear conciencia sobre la importancia de tener un CDO en las juntas también es una conversación que se debe tener en el espacio académico. Hace poco estuve en un evento en una escuela de negocios donde se discutió este mismo tema, pero me temo que el debate todavía tiene lugar a un muy alto nivel y está totalmente alejado de las realidades empresariales. Eso hace que sea aún más difícil llegar a los beneficios reales que pueden aportar las tecnologías relacionadas con los datos.
Si bien aún prevalece la falta de comprensión, las organizaciones que “obtienen” el valor de un CDO en sus organizaciones continuarán estando por delante de sus competidores.
Entonces, si usted es uno de esos tomadores de decisiones que está batallando por comprender qué datos cambiarán (y harán) su negocio innovador, tal vez aceptar eso sea el primero paso, para luego contratar a un experto en datos y darle una posición en su junta directiva. Sin duda, ésta sería su mejor apuesta.
Por Héctor Cobo, VP Regional para SAS México, Centroamérica y Caribe.