Mi pasión por la tecnología inició a los 18 años cuando trabajé en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) revisando las postulaciones de los aplicantes a estudios en el extranjero. Leer y conocer acerca de las propuestas y motivaciones de quienes aspiraban a becas para cursar maestrías o doctorados en tecnología me abrió los ojos a ese camino hasta entonces, poco explorado por mujeres.
En México, lamentablemente aún es bajo el porcentaje de mujeres que ven en la tecnología o en las ciencias exactas su futuro profesional, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en nuestro país sólo alrededor del 9% de las adolescentes de 15 años piensan en desarrollarse en alguna disciplina científica o ingeniería.
Y justo así es como lo viví al estudiar Ingeniería en Sistemas Computacionales. De 60 alumnos, sólo dos éramos mujeres y, por supuesto, la brecha de género significó un reto personal y académico. Tuve que romper con estereotipos y hacer coexistir mi lado femenino: lápiz labial, cabello arreglado y tacones, se mezclaban con ecuaciones, cálculos y proyectos.
Hoy en día, veo con satisfacción que cada vez hay más mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés), pero sabemos que el reto es aún mayúsculo.
La Organización de las Nacionales Unidas estima que para 2050 el 75% de los trabajos estarán relacionados justamente con estas disciplinas, pero aún es muy baja la participación de mujeres en ellas, de ahí la importancia de impulsarlas y apoyar sus sueños.
Por ello, en el marco del Día Mundial de las Niñas en las TICS celebrado hace unos días, pongo sobre la mesa dos recomendaciones que en mis años laborales he experimentado y me han funcionado:
- Conócete a ti misma. Si sabes exactamente cuales son tus talentos, tus metas y tus habilidades, será más fácil escoger tu profesión y llegar a amarla. Las carreras no son de hombres o mujeres, sino de quienes tienen las habilidades para dedicarse a la ingeniería, la música, el arte, la psicología o las ingenierías.
- Prepárate para las oportunidades. La educación es constante y la preparación profesional debe ser parte de tu día a día. Si estás preparada para el reto que se te presenta, postúlate. Muchas mujeres frenan su crecimiento por prejuicios o porque el perfil es para hombres. El no, ya lo tienes, tu talento y capacidad te abrirá las puertas a nuevos desafíos.
La tecnología se transforma y avanza a pasos agigantados en una sociedad que demanda cada vez más innovación, rapidez y eficiencia. Pero estos avances deben estar acompañados de participación de más mujeres que aporten su talento y capacidad.
Romper paradigmas en uno mismo nos llevará como sociedad a dejar de hablar de inclusión, respeto o diversidad, para acoplarlos como conceptos del día a día. Ese es el momento al que debemos llegar, en donde, así como hoy la tecnología es fundamental para nuestras actividades cotidianas, el que haya mujeres científicas, ingenieras, astronautas, químicas o lo que quieran ser, ya no sea motivo de sorpresa, sino de orgullo.
Érika Ramos, LATAM Automation Manager en Nestlé, Ingeniera en Sistemas Computacionales (UNITEC).