El tema sigue en una etapa temprana y está envuelto entre la incertidumbre y todos los posibles caminos. El consumo actual de energía en los centros de datos es poco comprendido. El auge de la IA eventualmente tendrá que monetizarse, lo que determinará su alcance. La eficiencia energética podría experimentar un cambio significativo a medida que los servidores, los sistemas de enfriamiento y las redes eléctricas se integren como tecnologías.
Los centros de datos forman parte de la amplia tendencia de electrificación. La demanda de energía en el mundo occidental parece estar en un punto de inflexión y debería entrar en una fase de crecimiento hacia 2030. El cambio hacia bombas de calor, el aumento del uso de aire acondicionado y el avance de la movilidad eléctrica probablemente tendrán un impacto más significativo. La IA se suma a la narrativa en curso de la transición energética.
La capacidad del mercado eléctrico para hacer frente a la demanda adicional no depende del suministro general, sino de la máxima capacidad de generación. La inversión en energía limpia y plantas de energía es fuerte en general y hay margen para absorber la demanda en crecimiento. Dicho esto, es probable que surjan restricciones en la red y se produzcan tensiones ocasionales en el suministro eléctrico hacia 2030.
El panorama de inversión resulta ser menos claro de lo que se percibe, y se superpone con nuestros temas de Computación en la Nube e IA, Edificios e Infraestructura, y Energía Limpia. Para la mayoría de los proveedores de sistemas de enfriamiento y energía, los centros de datos contribuyen al crecimiento, pero la exposición se mantiene de bajas a medias. Las inversiones en plantas de energía y redes están en auge, pero probablemente enfrentarán restricciones debido a permisos y otras limitantes.