Algunos funcionarios del gobierno británico han manifestado su interés para aplicar una ley que permita a las autoridades de ese país tener acceso a mensajes cifrados de aplicaciones como WhatsApp y similares. La petición podría generar otro debate en torno a la seguridad y la privacidad, y esta vez en el corazón de Europa, en Londres, ciudad donde el terrorista que mató a cuatro personas el pasado miércoles utilizó, supuestamente, los servicios de mensajería instantánea para comunicarse con posibles células yihadistas.
“Debemos asegurarnos que organizaciones como la propia WhatsApp no sean un escondite para que los terroristas se comuniquen entre sí”, manifestó el ministro de Interior del país, Amber Rudd. “Y nuestros servicios de inteligencia deberían poder descifrar estos mensajes”.
El político, no obstante, reconoció que el cifrado de extremo a extremo que utiliza la aplicación tiene mucho sentido, pero que no debería ser incompatible para que se pueda conseguir acceso a dichas plataformas para luchar contra el terrorismo.
La demanda de Rudd suma una voz más al caso que comenzó el año pasado con la disputa entre Apple y el FBI a raíz de la matanza en San Bernardino. “Pero, si tuviese que hablar con Tim Cook (CEO de Apple), le diría que este caso es diferente”, aseguró Rudd. “No queremos entrar en sus nubes, simplemente que reconozcan que tienen la responsabilidad de comprometerse con el Gobierno y con las agencias de aplicación de la ley cuando se producen ataques terroristas”. De hecho, el propio FBI sugirió la semana pasada crear un marco legal internacional que otorgue el acceso a los productos tecnológicos cifrados.
Por su parte, WhatsApp difundió un comunicado en el que explica que cooperará con la aplicación de la ley “a medida en que se avanzan con las investigaciones”.