El reciente movimiento hacia el trabajo remoto en las últimas semanas ha sido tremendo. En la mayoría de los casos, los departamentos de TI de todo el mundo han hecho milagros para que todo funcione (al igual que el nuestro). Pero, como cualquier administrador de TI le diré: la batalla no ha terminado. Porque una cosa es tener todo esto en funcionamiento, y otra es mantenerlo en funcionamiento.
Parte del desafío para los administradores de sistemas en este momento es que no sólo sus usuarios inician sesión de forma remota, sino también ellos. Esto significa que están lejos de la sala de servidores físicos de las oficinas. Entonces, ¿cómo se aseguran de que todo funcione como debería? ¿Cómo pueden ser alertados cuando un servicio crítico está inactivo?
La respuesta a todas estas preguntas es la misma que cuando todos trabajan en la oficina: monitoreo de red. Aquí hay tres recomendaciones que puede (y necesita) vigilar cuando trabaja de forma remota:
1.- Ancho de banda
El ancho de banda sigue siendo clave para la rapidez y la eficacia con que los usuarios pueden acceder y utilizar los servicios y aplicaciones. Un ancho de banda bajo podría dar lugar a todo tipo de problemas que son perjudiciales para el trabajo remoto. Una conexión entrecortada a una videoconferencia hará que las reuniones sean una pesadilla, o una conexión lenta a un servicio como Microsoft 365 o Confluence podría hacer que las tareas rápidas tarden el doble de tiempo en completarse. En resumen, el ancho de banda es probablemente el elemento más crucial para monitorear.
El ancho de banda es un problema complicado porque ahora hay tantas variables que podrían afectar la conexión de un usuario a los servicios, y muchas de estas variables están fuera de su control. Primero, está la red inalámbrica del usuario en el hogar, que podría tener innumerables dispositivos conectados en este momento. Luego está la conexión del usuario a Internet, esto, por supuesto, es casi imposible de monitorear porque no puede colocar una instalación PRTG en cada una de las redes domésticas de sus colegas. Bueno, podrías, pero estoy bastante seguro de que eso estaría infringiendo algún tipo de ley de privacidad.
Por el contrario, tendrá que manejar esto de manera excepcional: si alguien se queja de que tiene problemas con alguno u otro servicio, probablemente deba comenzar pidiéndole que realice una prueba de velocidad de Internet. Esto indicará si el problema es con su conexión a Internet o en otro lugar.
Sin embargo, puede monitorear activamente lo que sucede en la red de su organización, incluso si no está físicamente en las instalaciones. El truco aquí es monitorear posibles puntos problemáticos en la red para que sepa cuándo hay congestión de tráfico, antes de que sus usuarios le digan.
2.- La VPN
Si su fuerza de trabajo inicia sesión en su entorno a través de una Red Privada Virtual (VPN), probablemente ahora tenga decenas o incluso cientos de trabajadores remotos conectados. Por supuesto, esto significa que debe estar constantemente seguro de que su VPN es funcional.
Los aspectos clave para tener en cuenta con la VPN son el tráfico de entrada y salida y la cantidad de conexiones. El tráfico lento puede indicar un problema potencial, y conocer la cantidad de usuarios conectados actualmente puede ayudar con la resolución de problemas y el diagnóstico.
3. Herramientas de teleconferencia
No hay duda de que el factor clave que une a los equipos virtuales en este momento son las reuniones de video en línea. Las herramientas de teleconferencia, como Microsoft Teams, Zoom y otras, son la única forma en que los equipos pueden seguir trabajando como buenos equipos. Entonces, por supuesto, estos deben estar en funcionamiento.
La mayoría de los servicios ofrecen una API o un sitio Web para que los usuarios verifiquen la disponibilidad del servicio. Por ejemplo: Zoom ofrece este “estado del servicio”, junto con detalles de una API para consultar el estado.
–David Montoya, Director Regional de Paessler América