Para almacenar todo tipo de información y archivos, hoy hablamos de cloud, discos con capacidad medida en terabytes, o servidores en caso de las empresas, aunque todavía habrá quien utilice las memorias flash USB. Sin embargo, todos estos avanzados métodos de almacenamiento se remontan al que inició esta escala evolutiva: el disquete.
Y fue precisamente un #DíaComoHoy, 22 de enero, pero de 1971, cuando IBM dio a conocer al mundo el diskette, también conocido como floppy disk (disco flexible). Se trataba del primer sistema de almacenamiento externo de datos en pequeña escala.
Este dispositivo originalmente fue desarrollado por los ingenieros de esa marca para trabajar con sistemas de gran escala, tales como el mainframe, sustituyendo los cassettes en las microcomputadoras. Pero gracias a su capacidad, portabilidad y bajo costo, facilitaron la adopción a sistemas más pequeños y, por supuesto, al alcance de los usuarios de hogar.
Los floppy eran capaces de almacenar información por medio de medios magnéticos. Los de 8 pulgadas fue fabricado en varias versiones, destacando el de doble cara/doble densidad (DS/DD) que incluía capacidad de 80 kilobytes.
A pesar de que los diskettes, ahora considerados como obsoletos por todos los avances que ha tenido la tecnología desde entonces, para aquellos años era un dispositivo de almacenamiento bastante usable, flexible y duradero, pasando a ser el favorito de la industria en general para guardar y compartir archivos, a pesar de ser susceptibles a fallas y dañarse.
Prácticamente desde su presentación empezaron a ser utilizados para guardar todo tipo de archivos, documentos, e incluso sistemas operativos y otros programas.