Las áreas de Capital Humano, y en general empresas de todos los tamaños y sectores, deben tener claros los aspectos de una contratación adecuada, priorizar, desde un inicio todos los filtros necesarios y requeridos, incluyendo una prueba de honestidad, lo que puede significar un ahorro de seis a ocho meses el sueldo de un empleado, de acuerdo con estimaciones internacionales.
Dentro de los costos de una contratación inadecuada también debe considerarse el tema de rendimiento, ya que las empresas pueden perder hasta 40% de su productividad debido a los actos deshonestos de sus trabajadores, según información referida en el Reporte de Integridad Laboral, elaborador por MIDOT, firma especializada en evaluar la integridad laboral.
Ahora bien, al hablar de pruebas de integridad, es importante tener en cuenta que, en el proceso de contratación, aún cuando el resultado de una evaluación sea aceptable, el candidato o próximo colaborador no estará exento de verse involucrado en algún acto deshonesto, las pruebas de honestidad minimizan que esto llegue a pasar o se presenten en un porcentaje más bajo, comentó Fernando Calderón, Managing Director de MIDOT.
Actualmente, menos de la mitad de las empresas en México cuentan con un programa integral de prevención de delitos financieros, tan solo 7 de cada 10 son blanco de algún tipo de fraude y cada año el impacto económico y de reputación va en aumento, el principal tema es el robo con 30%.
“Hoy en día una compañía no puede confiarse de las “buenas intenciones” de un colaborador, más cuando poco a poco se han estado normalizando criterios que no son éticos, por ejemplo ‘robar’ objetivos de la empresa para uso personal o profesional, y que impactan en la dinámica de los equipos de trabajo, en la cultura de la empresa, la productividad y en el sentido de compromiso”, señaló Calderón.
El análisis sobre integridad laboral de MIDOT señala que los casos de fraude y conductas inadecuadas por parte de los trabajadores son más recurrentes en el área operativa (15%), sin embargo, los fraudes más costosos son los de alta dirección, debido a que normalmente no son objetos o efectivo, si no dinero digital en donde realizan fraudes a través de transacciones o compartiendo información confidencial.
Los altos ejecutivos cometieron el 23% de los fraudes ocupacionales en el último año, de acuerdo con datos de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados, en el caso de un delito cometido por el dueño del negocio la pérdida anual asciende a 337,000 dólares en promedio, si el gerente cometió el acto se tiene una pérdida de 125,000 dólares y cuando es cometido por el empleado se traduce en unos 50,000 dólares.
Ante este panorama ¿qué lleva a un empleado a realizar un acto deshonesto?
De acuerdo con el especialista, el contexto provoca cambios en las personas, y un colaborador honesto, ante un problema financiero que no es compartible, puede violar la confianza y ser consciente de que dicha situación se puede resolver en secreto, incluso puede ser capaz de aplicar a su propia conducta, verbalizaciones que le permitan ajustar la concepción de sí mismo como persona de confianza, con sus concepciones como usuario de los fondos o propiedades encomendadas.
“Una mala contratación afecta directamente a cualquier empresa, sin embargo, las Pymes que no cuentan con departamentos de recursos humanos, resienten más esta situación, aunado a que el 85% de estas empresas son las más afectadas por fraude” afirma Calderón.
Para que las PyMEs y empresas más grandes no incurran en gastos que impacten en su economía, por conductas inadecuadas de sus colaboradores, el especialista recomienda fortalecer con pruebas de integridad la selección de personal y contar con un programa de prevención de delitos.