Los conductores con discapacidad auditiva dependen principalmente de sus sentidos de la vista y el tacto. Es por ello que Hyundai Motor Group creó una forma de comunicación para personas con discapacidad auditiva que incorpora sonidos internos y externos a través de medios táctiles y visuales, lo que amplía la libertad de movilidad a todos los conductores, independientemente de sus limitaciones físicas.
La tecnología utiliza inteligencia artificial (IA) para analizar los patrones de sonido externos y emplea dos sistemas separados de asistencia a la conducción que trabajan juntos simultáneamente: la Conversión Audio-Visual (AVC, por sus siglas en inglés) y la Conversión Audio-Táctil (ATC), pensados en los conductores con discapacidad auditiva, que tienen un agudo sentido del tacto altamente desarrollado y capacidades visuales afinadas.
El AVC permite una conducción más segura, al ayudar a la comunicación con el entorno externo a través de representaciones visuales de patrones de sonido, como las sirenas de los vehículos de emergencia y pictogramas en la pantalla de visualización (HUD). El volante también está equipado con LED de varios colores, mismos que indican información de navegación mientras se conduce.
Por otro lado, el ATC transfiere los datos de sonido a vibraciones a través del volante, notificando al conductor información sobre entornos externos, como la distancia de los obstáculos en el camino.
Hyundai demuestra el uso de esta tecnología a través de un video llamado “Quiet Taxi” (Taxi en silencio), que aspira a dar esperanzas a los conductores con problemas auditivos.
A través de una invitación abierta, personas de todo Corea del Sur enviaron historias, y Hyundai Motor Group escogió a Daeho Lee, como el primer conductor de taxi designado para discapacitados auditivos de Seúl, y así mostrar la tecnología de asistencia a la conducción.
Lee, un padre con discapacidad auditiva de dos hijos, quien recientemente comenzó una nueva carrera como taxista, tuvo dificultades para escuchar y empezó a depender principalmente de su vista.
Surgieron problemas con otros conductores en el camino cuando no podía escuchar las bocinas o las sirenas de los vehículos circundantes. Además, necesitaba confiar constantemente en su visión, lo que causaba fatiga a un ritmo mayor que el del conductor promedio.