La mayoría de los centros de datos actuales fueron construidos hace más de 20 años y, por ende, no están diseñados para soportar las exigencias de las tecnologías actuales; como consecuencia, estos centros de datos no cuentan con ‘N’ cantidad de arquitecturas, su potencia es muy baja, son difíciles de configurar nuevamente y su capacidad de cómputo no es explotado en su totalidad.
Factores como el incremento sostenido de los volúmenes de información por administrar –que IDC estima se amentarán 50 veces en esta década, así como las expectativas de mayor rendimiento, regulaciones, la globalización, seguridad y una mayor conciencia ambiental; todo lo anterior sumado a la necesidad de garantizar inversiones pasadas y lo que falta de invertir, está ocasionando que las organizaciones reconsideren sus estrategias de centro de datos.
El centro de datos ya no es sólo cuestión de espacio, es acerca de capacidad de cómputo por metro cuadrado, eficiencia y elasticidad. En la búsqueda de alcanzar estas características, las organizaciones se encuentran llevando a la nube sus centros de datos; tecnología que se ha presentado como un habilitador de eficiencia y flexibilidad. Las tendencias de Gartner indican que para 2015, 80% de las empresas más importantes del mundo contarán con algún servicio externo de cómputo en la nube.
“El reto ahora es menos de qué tecnología emplear y más de cómo obtener la última gota de beneficio de los activos de TI”, comentó Ricardo Valencia, director de Outsourcing de Capgemini México . “En la mayoría de los casos las transformaciones han adoptado un enfoque de tecnología, descuidando a menudo al usuario y no educando a la organización sobre los beneficios de las nuevas implementaciones”.
Pese a que la tecnología se ha ganado un lugar preponderante en la mente de los directivos, el centro de datos aún no se posiciona como el corazón de la ventaja competitiva de las organizaciones. Sin embargo el futuro de su desempeño y configuración serán claves para:
1. Rápido acceso al conocimiento del negocio y de inteligencia de negocios.
2. Reputación, la eficiencia e integridad del centro de datos regirán la percepción de los clientes sobre la compañía.
3. Capacidad para acceder a los beneficios financieros de los nuevos modelos de negocio como el cloud computing.
4. Capacidad de desarrollar nuevos modelos de operación como gestión remota de infraestructura.
5. Respuesta oportuna a las demandas de negocios y rápido aprovisionamiento de nuevos servicios en la nube, mejor conocido como escritorio como servicios, que diferencie al negocio.
Virtualización como fundamento de la transformación
La transformación implica una serie de pasos y el primero para lograr una infraestructura ágil y eficiente es la virtualización. Ésta ha tomado fuerza desde la década pasada como una tecnología poderosa y que cambió las reglas del juego, transformando infinidad de centros de datos y por ende los entornos de TI.
Los logros tecnológicos de la virtualización son significativos al reducir el costo operacional, la relevancia para el negocio y agilidad del centro de datos; permitiendo entregar verdadero valor a las organizaciones y proporcionando el fundamento adecuado para la implementación de una estrategia de cloud computing, la nueva manera de entregar TI como servicio.
Bajo esta premisa, cualquier organización en transición a la nube necesita virtualizar al menos 70% de su entorno de TI; se estima que actualmente las empresas sólo cuentan con el 30% de sus entornos virtualizados. Analistas confirman una tendencia al alza de que en cuatro años 70% de las cargas de trabajo instaladas en los servidores nuevos estará virtualizada.
El camino para la modernización
Dado que en el mediano plazo la mayoría de los servicios serán proporcionados a través del centro de datos y servicios en la nube, el papel de la optimización es centrar las bases para modernizar la infraestructura para que utilice de mejor manera todos los recursos.
En primer lugar, las organizaciones necesitan estandarizar y consolidar el estado de sus servidores y almacenamiento. Segundo, deben virtualizar lo más que puedan sus centros de datos; de manera paralela se deben de hacer la modificaciones necesarias para automatizar la gestión y optimización de los servicios basados en políticas bien definidas.
Mediante estos pasos, se puede crear una infraestructura capaz de soportar un entorno combinado de in-house y cloud. De esta manera se puede garantizar la elasticidad y proporcionar la flexibilidad computacional que haga frente a las demandas de TI.
“Las organizaciones que logren un mayor éxito en la modernización de sus centros de datos en su transición a la nube, serán aquellas que enfoquen la tarea de manera estratégica y sistemática. El viaje a la nube requiere que los clientes consideren de manera holística la transformación de la infraestructura, ya que no sólo se trata de la transformación de máquinas físicas a máquinas virtuales, sino que existen en el camino otras transformaciones que se deben realizar en paralelo para lograr un cambio significativo del negocio”, agregó Valencia.