Hace 50 años, Xerox introdujo un nuevo concepto de fotocopiadora, cuyo proceso de secado estaba basado en una tecnología llamada xerografía, la cual acabó con las máquinas que realizaban copias documentales de carbón. El impacto de la nueva tecnología fue tal, que el concepto que se popularizó en muchos mercados al referirse a las fotocopias xerografiadas fue el de ‘documento xerox’. Tras ello, los investigadores del labortorio de Xerox en Palo Alto desarrollaron otras tecnologías como Ethernet y el interfaz gráfico de usuario, que sentaron las bases de otras muchas tecnologías clave que las sucederían.
Xerox, que durante años ha diversificado y simultaneado su negocio de servicios empresariales con la de una empresa de desarrollos y productos de gestión documental, se encuentra ahora con la presión de tener que reinventarse de nuevo, para lo cual habrá de deshacerse de algunos de los nuevo negocios que adquirió o que crecieron al amparo de procesos tecnológicos de outsourcing y servicios relacionados con esta actividad, dentro de la propia empresa.
En estos momentos, la empresa, cuya sede central se encuentra en Norwalk (Connecticut), está estudiando la posibilidad de dividir su negocio en dos: una focalizada en hardware orientado a la automatización de sistemas documentales como impresoras, y otra enfocada al negocio de outsourcing de Xerox, que nació a través de la adquisición de la compañía ACS en 2010 por 6.400 millones de dólares.
Según una información publicada por The Wall Street Journal, la decision de Xerox es el resultado de las negociaciones mantenidas con el inversor Cark Icahn, quien ya habría adquirido una parte significativa de la compañía el pasado año, dada su preocupación por el futuro de la compañía. De acuerdo con el plan propuesto por el capitalista, Icahn ocuparía tres cargos en el comité de dirección de la compañía de servicios resultante. Se espera que el anuncio de la división en dos de la organización lo haga Xerox efectivo en el transcurso de los próximos días.
-IDG.es