Un reciente estudio llevado a cabo por Credant Technologies entre trabajadores londinenses constata que 28 por ciento de ellos se lleva, con frecuencia, la computadora portátil o el teléfono móvil a la cama para trabajar, pese a que el por ciento reconoce que es un muy mal hábito.
Más de la mitad de los que trabajan desde la cama lo hacen entre dos y seis horas a la semana, según esta misma encuesta, en la que 8 por ciento también ha confesado que por las tardes dedican más tiempo a actividades de ocio con sus dispositivos móviles que a hablar con socios de negocio.
A la pregunta “¿Qué es lo último que hace antes de irse a dormir?”, 96 por ciento responde que besa a su pareja para desearle buenas noches. El 4 por ciento restante (71 por ciento de los cuales eran hombres, según el estudio) confiesa que termina el trabajo o repasa el correo electrónico.
Según esta encuesta, más de la mitad de los trabajadores cargan y descargan información corporativa sensible a sus teléfonos móviles cuando están en la cama. Para ello, muchos de ellos utilizan una red inalámbrica que, en la mitad de las ocasiones, no está asegurada.