El año 2025 presenta un panorama importante para la seguridad empresarial, ya que las organizaciones buscan llevar a cabo sus actividades en medio de un entorno marcado por la inseguridad que afecta a México desde décadas, independientemente del ramo en el que se encuentren.
Aumentar la percepción de seguridad conlleva un gran reto para los empresarios, debido a la exigencia de prever escenarios de riesgo sin dejar de lado el aspecto económico. En su más reciente Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INGEI) reveló que los costos a causa de pérdidas económicas y medidas preventivas de un negocio incrementaron en 8.6 en 2023, lo que se traduce en 54 mil 451 pesos en promedio.
Cada momento es idóneo para que las empresas inviertan en su seguridad, sin embargo, el inicio del año es un momento clave para la planeación y ver a la seguridad como una meta. “En este año, desde el Consejo Nacional de la Industria Balística (CNB) mantendremos nuestro esfuerzo y responsabilidad como órgano representativo de la industria del blindaje” comenta Gadi Mokotov, presidente del CNB.
En medio de este panorama, las empresas asociadas al CNB que representan a la industria del blindaje, proponen 5 elementos de protección a considerar durante 2025 para contrarrestar las amenazas que supone un delito o ataques armados.
1. Blindaje corporal
Las prendas de protección personal como son las chamarras y chalecos sport, chaleco interior o ejecutivo, ropa balística, así como las playeras son consideradas por el Consejo Nacional de la Industria Balística (CNB) como una de las herramientas clave para la seguridad empresarial, especialmente, para realizar actividades cotidianas o cuando se realizan tareas fuera del lugar de trabajo. A diferencia de lo que se piensa, este tipo de blindaje puede llegar a ser ligero y adaptable a la necesidad de cada persona.
De acuerdo con cifras del CNB, su inversión parte de los $400 USD más IVA en adelante y varía según la configuración y talla.
2. Inmótica
A diferencia de la domótica, que permite controlar y monitorear espacios del hogar a través de un sistema conectado a dispositivos como puertas, cámaras, iluminación y alarmas, la Inmótica se refiere a la planificación y ejecución de sistemas de control en entornos más complejos como negocios, edificios, escuelas y grandes instalaciones. Esta tendencia incorpora sensores capaces de detectar el calor de un cuerpo humano, gases o movimientos incluso en la oscuridad.
“A lo largo de estos meses, veremos a empresas invertir en sistemas de vigilancia y protección más avanzados. Esto además de permitir automatizar los servicios, también proteger la vida útil de un espacio comercial” asegura Federico Forastieri, presidente de la Comisión de Blindaje Arquitectónico del Consejo Nacional de la Industria Balística.
3. Blindaje en el transporte
Los crecientes riesgos que enfrentan empresas con cadenas de suministro han puesto a prueba la capacidad para proteger a los operadores, mercancías y garantizar tiempos de entrega, convirtiéndose en una prioridad estratégica. Por ello, el blindaje en el transporte se posiciona como una inversión esencial para 2025, ofreciendo una solución efectiva frente a amenazas como robos y ataques en carreteras.
4. Blindaje Táctico para protección de explosivos cargados con Drones.
La capacidad de un vehículo aéreo no tripulado (UVA) o comúnmente conocido como dron, está siendo aprovechada por las empresas por su capacidad de proporcionar monitoreo aéreo en tiempo real, mejorar la seguridad y reducir costos operativos, sin embargo, organizaciones criminales están utilizando esta tecnología para realizar actos delictivos, como ataques armados y espionaje.
El blindaje ayuda a reducir el impacto de la explosión, protegiendo las superficies vitales, a los tripulantes de los vehículos militares o zonas de seguridad que se encuentren.
5. Blindaje arquitectónico
Las amenazas contra inmuebles, incluyendo el uso indebido de explosivos, granadas y armas de alto calibre, exigen soluciones avanzadas. El blindaje arquitectónico, mediante la instalación de ventanas, muros, fachadas, techos y vigas reforzadas, está diseñado para retrasar o neutralizar intentos de intrusión y proteger a quienes se encuentran en su interior. Esta tendencia será fundamental en 2025, tanto para instalaciones residenciales como para infraestructuras críticas.