Los resultados de Big Data pueden ser impresionantes, pero una parte de los proyectos que se han llevado a cabo se han visto penalizados por manejar datos de mala calidad. Esto ha provocado gran tensión entre el CIO y los responsables de las líneas de negocio. La solución de los expertos pasa por la contratación de un responsable de los datos.
Y es que los datos inexactos o incompletos perjudican a las empresas, y abundan en muchas de ellas, en gran parte debido a la escasa conexión entre el CIO y los gerentes de un departamento o unidad de negocio. Así ha quedado de manifiesto en una reciente encuesta realizada entre 200 líderes de TI y de negocio de importantes empresas.
Sólo el 40% de los ejecutivos de alto nivel tienen “mucha confianza” en la calidad de los datos de su organización, asegura Carl Lehmann, analista de 451 Research, firma que ha realizado el estudio.
Ese porcentaje es un signo preocupante en un momento en el que el 94% de los ejecutivos de TI afirma que una pobre calidad de los datos de los datos afecta directamente a los resultados del negocio, dando como resultado, por ejemplo, la pérdida de ingresos o una mala toma de decisiones estratégicas.
“Los CIO saben que una mala calidad de los datos es negativa para la empresas, pero no están poniendo ni el tiempo ni los recursos que se requieren para mejorar esta situación. Y eso es peligroso porque las organizaciones estánbuscando ventajas competitivas en sus datos”, señala Lehmann.
Muchas compañías están integrando sus datos como parte de una estrategia digital impulsada por su CEO y los principales ejecutivos, pero con datos pobres se introducen errores o se duplica la información. Esto ha quedado reflejado en el informe, ya que sólo el 50% de las empresas participantes dicen que la gestión que se hace de la calidad de los datos, y la calidad en sí misma, era algo mejor que satisfactoria o “no lo suficientemente en general”. Además, un 8,5% reconocieron no tener una estrategia en esta área.
El proceso habitual
Los datos corporativos se capturan de muy diferentes formas, ya sea manual, vía ordenadores, dispositivos móviles o software. Tras ello, se transfieren a grandes almacenes de datos (los data warehouses) que los procesan y el equipo de TI los depura, eliminando errores y duplicidades, en un proceso conocido como normalización.
Este mismo personal suele realizar informes y configura los sistemas analíticos para las unidades de negocio bajo un modelo de autoservicio. Sin embargo, a pesar de este proceso, los problemas de calidad siguen ahí, por errores que se cometen cuando se introducir los datos, se realizan migraciones o conversiones o se incorporan nuevos sistemas.
Parte del problema viene de la desconexión entre los gestores de TI y los directores de las unidades de negocio, que comparten la responsabilidad sobre los datos, indica Dan Ortega, vicepresidente de Marketing de Blazer, firma especializada en mejorar la calidad de los datos. En su opinión la razón es que “no hay un alineamiento sistemático entre las líneas de negocio y la gente de TI”.
La figura del CDO, al rescate
El análisis indica la necesidad de contar con un responsable de los datos (o CDO, en terminología anglosajona), es decir, un alto ejecutivo que sirva de enlace entre el director de TI y los respectivos responsables de las distintas unidades de negocio.
La realidad, explica Gary Oliver, CEO de Blazent, es el que el CIO está ocupado en mantener los sistemas tecnológicos y no tiene tiempo para comprobar que sus equipos mantienen correctamente los datos, así que un responsable de datos podría ser el puente entre lo que las unidades de negocio necesitan y lo que produce TI.
La labor de ambos es distinta. “Los CIO operan la infraestructura y los sistemas, mientras que los CDO deben pensar cómo aprovechar todos los datos internos y externos para generar oportunidades para la empresa”, señala.
Por su parte, el analista de Gartner, Mario Faria, sostiene que “los líderes empresariales están empezando a comprender el enorme potencial del negocio digital, y exigen un mejor rendimiento de los activos, así como del uso que se da al análisis de la información en sus organizaciones”. Por ello, cree lógico que se cree esa posición ejecutiva para manejar tanto las oportunidades como responsabilidades derivadas de la recogida y aprovechamiento de los datos.
De hecho, se estima que el 90% de las empresas tendrá un CDO a finales de 2019. “Tendrán la difícil tarea de crear una estrategia de información, con métricas que relacionen las actividades de su equipo con los resultados de negocio”, concluye Faria.