Tengo la fortuna de tener una amplia red de comunicación con muchos CIO en México y otras latitudes del mundo, así como asistir a seminarios y conferencias de tecnología e innovación, entre los temas vigentes en nuestro medio tenemos la seguridad, criptomonedas, inteligencia artificial y encima de todo La Cuarta Revolución Industrial y La Segunda Revolución Digital.
La realidad es que lo importante siguen siendo las personas y las organizaciones. Una transformación verdadera no está definida por la tecnología en sí misma, sino en la transición hacia nuevas formas de hacer mejor los procesos sustantivos de las organizaciones enfocados en el cliente, puede ser que tengas digitalizada tu operación, pero eso no significa realmente que hayas creado una transformación, doy un ejemplo sencillo y muy enfocado a una aplicación:
Una compañía lanza un app para iOS y Android, la cual tiene el catálogo de sus productos y servicios, así como una serie de información similar a lo que tiene en su portal y medios sociales, el CIO la anuncia a su CEO y pares cómo un logro de transformación y hubo quien lo calificó de “innovador”. Le pregunté: “Y tu cliente, ¿qué gana?, ¿cuántos han bajado la aplicación a su smartphone desde que la subiste al App Store y Play Store?, ¿cuántas interacciones se hacen a través de ella?, ¿cuántos pedidos, ventas, transacciones se hacen a través de la misma?. Le hice otras un par de preguntas más y mi colega se dio cuenta en sus respuestas que no había tenido un impacto real.
Esto también aplica para el sector Gobierno: si el ciudadano no obtiene el trámite en su mismo “gadget”, si no puede realizar el pago ahí mismo y obtener su comprobante o no puede sacar la cita o confirmación, tampoco es transformación.
Luego de este ejemplo de la app –que bien pudiera haber sido del Internet de las Cosas con sensores, o una aplicación de Business Analytics sobre Big Data o lo que se te pueda ocurrir– la Transformación Digital apunta a que le aportes a tu organización nuevas capacidades que aumenten su eficiencia y generen ganancias.
Si sólo estás optimizando, entonces no estás transformando. El día que cambies de manera radical los indicadores con impacto en tu organización o que logres un nuevo modelo jamás empleado ni por tus competidores, ese día estarás haciendo verdaderamente transformación o, en otras palabras, que dentro de la compañía vean en ti a alguien con una visión de negocios donde lo que haces se puede medir y está siendo exitoso.
Te recomiendo leer dos libros: el primero es el de Leading Digital, escrito por George Westerman, Didier Bonnet y Andrew McAfee; el segundo es The Digital Transformation Playbook, de Darvid L. Rogers.
En un espacio tan corto para escribir, lo único que te puedo decir finalmente es que el CIO es la persona que debe conocer mejor que nadie a su organización y es 100% su responsabilidad el liderar la transformación digital de la misma.
