En la actualidad, pareciera que la “Transformación Digital” no es más que un término de moda. Para la mayoría de las empresas es difícil determinar dónde y cómo se ven afectados o qué resultados tangibles pueden obtener al digitalizar su empresa. De acuerdo con un reciente estudio de PwC, 33% de las empresas a nivel global ya se encuentran totalmente digitalizadas, cifra que crecerá a 70% para el año 2020.
Para otorgarle mayor importancia al término más allá de su estado “de moda”, podemos visualizarlo desde la perspectiva del cliente y examinar qué significa emprender un viaje de transformación digital en términos comerciales reales.
Desmitificando la transformación digital
Para la mayoría de las personas, la existencia de tendencias tecnológicas como la hiperconectividad, los dispositivos inteligentes, las plataformas conectadas y la computación en la nube es obvia. En un mundo conectado, las organizaciones tienen acceso a una gran cantidad de datos y a facilidades tecnológicas de gran magnitud que permiten aprovechar toda la cadena de valor en forma de información vasta y contextual.
La transformación digital, por lo tanto, es simplemente la ruta que las empresas toman para aprovechar esta abundancia de datos y conectividad para cambiar la forma en que compiten y crean valor. Cambia el foco de la extracción de valor de los activos duros y procesos empresariales que las empresas controlan por información sobre esos activos y procesos de negocios. Esto permite a los negocios mejorar su funcionamiento actual, crear nuevos modelos, fuentes de valor, y mantener una ventaja competitiva. Los líderes empresariales que no aprovechen esta oportunidad verán cómo se deterioran sus modelos comerciales, su valor empresarial y dejarán de ser competitivos.
Una transformación digital implica tres pasos clave: la conversión de datos a información, donde se recopilan y da sentido a esos datos; implementar acciones, donde se aprovecha la información como una acción dentro de un proceso, ya sea en una aplicación comercial o red comercial; y transformar la acción en resultados, donde se reinventan los procesos de negocio, o incluso los modelos comerciales, y se crea una propuesta de valor más sólida.
Evolución y transformación únicos
Para comprender mejor este potencial, BroadSoft analiza de manera sistemática lo que significa la transformación digital para industrias específicas, destacando cuatro patrones esenciales:
1. Actuar en el momento: utilizando información en tiempo real para permitir que los clientes, trabajadores y proveedores aprovechen las oportunidades de las plataformas digitales y tomen medidas de colaboración en el momento de mayor impacto.
2. Agilizar el trabajo: aumentando la automatización, la usabilidad, la colaboración y los procesos en tiempo real para mejorar la eficiencia. Esto le permite interactuar en un “segmento de único”, capturando la individualidad demandada por los clientes al mejorar la eficiencia de sus procesos.
3. Establecer una red de negocios: conectando procesos de negocio internos, a socios del ecosistema y clientes para ofrecer un nuevo nivel de transparencia y crear valor más allá de los límites de la empresa. Al superar estos límites, se pueden aprovechar las ventajas de las nuevas redes y repensar el valor que entrega.
4. Ofrecer resultados innovadores: mediante el desarrollo de nuevas soluciones, procesos, servicios y modelos comerciales de una manera ágil para crear un mayor valor para el cliente y el proveedor, y para comprender mejor qué es lo que realmente les importa a los clientes.
La recurrencia de estos cuatro patrones en diferentes casos demuestra su relevancia y amplitud. Comprender y perseguir estos resultados es el primer paso para hacer realidad el valor de las tecnologías digitales y comenzar el camino hacia la verdadera transformación.
Héctor Sánchez, Vicepresidente de Ventas para BroadSoft en Latinoamérica.