La historia surge en 1999 en un encuentro casual en un avión entre Pat McGovern, fundador de International Data Group (IDG), editora de publicaciones como CIO, Computerworld, CSO, PCWorld o NetWork World, entre otras, y Marc Benioff, CEO de Salesforce.
Este último acababa de fundar al ahora gigante mundial de los CRM, pero estaba preocupado por la falta de inversores de capital riesgo. Tras la animada charla, McGovern decidió ayudar a Benioff en lo que acabaría convirtiéndose en una ronda de financiamiento privado por 62 millones de dólares.
Hasta ahora, la conversación nunca había trascendido. Ni siquiera cuando Salesforce se hizo pública en 2004 y se revelaron varios de los principales accionistas, ya que McGovern no figuraba en la lista. Pero ha sido esta semana, y cuatro años después de la muerte del empresario, cuando Benioff reveló la anécdota en una entrevista a la publicación Business Insider, y el acontecimiento que ha provocado en la familia (que no sabía nada) del carismático fundador de IDG: McGovern nunca llegó a vender esas acciones y éstas se han revalorizado hasta un 3,200% en todos estos años.
“La verdad es que no seguí las rutas tradicionales a la hora de buscar financiación para Salesforce”, comentó Benioff entre risas. “Y, por eso, esta historia ha culminado con una buena devolución al favor que me hizo McGovern en su momento”.