Estados Unidos prepara un texto legislativo para hacer frente a los desafíos del gobierno de la Inteligencia Artificial. Además, según ha publicado Reuters, quiere hacer extensibles estos principios a todo el continente europeo.
En un comunicado, la Casa Blanca señaló la importancia de que las agencias federales realicen “una evaluación de riesgos y análisis de costos y beneficios antes de llevar a cabo cualquier acción regulatoria con el propósito de establecer marcos flexibles”.
De este modo, y según el gobierno estadounidense, se debe promover un uso de la Inteligencia Artificial de “confianza” y considerando la “equidad, la no discriminación, el aperturismo, la transparencia y la seguridad”.
El escrito asegura que “debe evitar cargarse de modelos que matan la innovación. La mejor manera de contrarrestar los usos autoritarios de la Inteligencia Artificial es asegurarse que tanto los Estados Unidos como sus socios internacionales sigan siendo los centros mundiales de innovación”.
Este debate no es nuevo, por ejemplo, la ciudad de San Francisco, California, prohibió hace unos meses la utilización de cámaras que integraban software de reconocimiento facial en las calles porque podría representar una amenaza para las libertades civiles.