Cada vez más empresas en México y el mundo comienzan a optar por migrar su gestión e integración de bases de datos a la nube. Como resultado, compañías de diversos tamaños e industrias ven cómo sus procesos se tornan más eficientes y simples, de la mano de una menor inversión. Sin embargo, hasta hace algunos años había un “secreto” en la industria que empieza a tomar más fuerza que nunca en el mercado.

Un estudio realizado por IDC indica que para 2022 más del 50% de las empresas en América Latina integrarán la gestión de la nube y para 2023 más del 30% de la nueva infraestructura de TI empresarial implementada en la región ya no se encontrará en centros de datos sino en la nube.

Algunas empresas optan por trasladar la totalidad de sus operaciones de bases de datos a la nube, en lo que se denomina un enfoque cloud-exclusive o exclusivo en la nube. Otras renuncian (o retrasan) las migraciones a la nube por completo, prefiriendo utilizar servidores físicos en sus instalaciones.

Sin embargo, actualmente, “la mayoría de las organizaciones están optando por un enfoque híbrido, valorando la migración para cada una de sus aplicaciones y dividiendo sus activos de datos entre una nube privada, una nube pública y/o soluciones on-premise o físicas”, aseveró José Santos, Director de Relaciones Estratégicas para Aptum.

Agregó que de acuerdo con la encuesta Hybrid IT realizada por Aptum, el 87% de las empresas gestionan o tienen previsto gestionar de manera mixta su infraestructura.

En México, un estudio realizado por Veritas reveló que el 52% de las empresas en el país calificaron su infraestructura como mitad on premise y mitad en la nube; asimismo, 31% tiene la mayor parte de su infraestructura en la nube y sólo 8% trabaja bajo un esquema completamente basado en la nube.

Hoy en día navegar por los detalles y costos al gestionar su infraestructura de datos puede ser complejo para las empresas; hay ventajas y desventajas que poner sobre la mesa:

On-premises o in situ

De acuerdo con Santos, hay razones válidas para que una organización se abstenga de la tendencia de migración a la nube y, en su lugar, busque mantener su gestión de datos en sus instalaciones. A menudo, las empresas tienen que tomar en cuenta la inversión que ya han realizado en sus servidores, junto con los desafíos que implica una transición de esta magnitud para los clientes y los empleados.

Mientras que algunas compañías prefieren tener control exclusivo sobre bancos de pruebas y otros entornos clave, otras empresas analizan los requisitos y preocupaciones en seguridad y deciden que los riesgos superan a los beneficios; de hecho, la encuesta encontró que la seguridad de los datos y la estabilidad de la red son las dos prioridades para los responsables de la toma de decisiones.

“En ocasiones, existe una ventaja en permanecer con un entorno físico. Hasta conocer más opciones de tecnologías y servicios que motiven a implementar una estrategia de migración hacia la a nube, a veces la mejor decisión es continuar con la infraestructura actual”, aseveró Santos.

Cloud Exclusive o Exclusivo en la nube, el otro lado del espectro

En el otro extremo están las empresas que ven la migración a la nube como una gran oportunidad para ser más eficientes, reducir costos e impulsar mejores resultados. “Las compañías que perciben a la nube de este modo suelen duplicar rápidamente la cantidad de operaciones de migración de datos a la nube”, refirió el directivo.

Agregó que el estudio de Aptum descubrió que el completo traslado a la nube es la estrategia de inversión en TI número uno para las empresas centradas en la Inteligencia Artificial (IA) y en el Internet de las Cosas (IoT), y por una muy buena razón: los servicios basados en la nube benefician a las empresas con flexibilidad para escalar entornos de servidores contra la demanda en tiempo real, recuperación de desastres, actualizaciones automáticas, reducción de costos, mayor  colaboración, acceso global e incluso un aumento en seguridad.

A pesar de lo que se dice, apuntó Santos, un entorno gestionado en la nube llega a ser menos inseguro, ya que los proveedores de servicios de nube como AWS, Azure y similares, dedican equipos enteros a garantizar que estos entornos sean seguros y continuamente monitoreados, por lo que resultan más peligrosas las laptops perdidas, el hardware viejo y los pobres parámetros de seguridad en los entornos on-premise.

TI híbrido

Para aquellas empresas y centros de datos que buscan mitigar cualquier riesgo o aquellos que ya han implementado recursos de gestión de datos, la mezcla de on-premise y una nube privada permite a la empresa adaptar la tecnología a sus necesidades. En opinión de Santos, “el modelo híbrido permite mantener parte de la infraestructura en las instalaciones, mientras se mezclan las mejores capacidades de la nube. Es un enfoque que engloba lo mejor de los dos mundos”.

Debido a que los despliegues de la nube son tan flexibles, cambiantes y fluidos, las empresas no tienen que tomar una sola decisión en cuanto a cómo distribuir su gestión de datos para siempre, ya que pueden diseñar su infraestructura para ajustarse a las necesidades de hoy y ampliar o reducir su escala en el futuro, obedeciendo a las necesidades cambiantes.

“Hoy, gracias a la nube y al trabajo de los ingenieros de Desarrollo de Software (DevOps), los negocios están cambiando la percepción sobre el papel de las áreas de infraestructura y TI. No se trata tanto de la reducción de costos -que puede ocurrir como una simple función de la migración a la nube- sino de la maximización de los resultados empresariales”.

Sin embargo, según este directivo, para lograr resultados impresionantes y construir una relación saludable con la tecnología híbrida, hay un paso crítico que casi todas las organizaciones deben dar correctamente: elegir los socios adecuados.

La mayoría de las organizaciones que pasen de un esquema de base de datos in situ a un entorno híbrido necesitarán un apoyo externo; escoger al mejor socio es la mitad de la batalla.

Para Santos, puede ser muy complicado identificar la mejor estrategia de migración y de infraestructura de nube necesaria. Sin embargo, a las organizaciones se les hace muy fácil resolver el enigma de la nube por sí mismas, y con demasiada frecuencia, éstas hacen una “sobreingeniería” de su nube y construyen un entorno demasiado grande para sus necesidades reales. “Es un error común que finalmente representará un sobre costo y reducirá el retorno de la inversión del proyecto”, advirtió.

Establecer buenas asociaciones con expertos en la materia puede evitar este tipo de situaciones. Para ello, el directivo externó que hay algunas preguntas que pueden guiar sobre si un proveedor de soluciones de nube es el adecuado para una organización, por ejemplo: ¿el consultor está ofreciendo una verdadera asociación en su oferta? ¿está enfocado en los resultados de los negocios? ¿existe solo un camino para la resolución del problema?

“Si el experto puede responder estas preguntas para cubrir las necesidades de la organización, lo más probable sea que cuente con la experiencia necesaria para servir al negocio de forma personalizada en lugar de aprovechar el impulso de la nube de forma precipitada”.

De acuerdo con Santos, al entender los beneficios que conlleva una migración a la nube, así como el constante proceso de digitalización de las empresas, “tomar esta decisión ya no girará en torno a si se debe dar ese paso, sino a cuando hacerlo. Y una mejor pregunta es: ¿con quién a tu lado?”, aseveró.