He tenido la oportunidad de hablar con muchos líderes de negocio y tomadores de decisiones estos últimos meses, en medio de una prolongada cuarentena y de procesos de adaptación de nuestros negocios a causa de la pandemia por COVID-19. Asimismo, con muchos candidatos que, por un lado, se vieron en la necesidad de buscar un trabajo en estos tiempos difíciles y de tanta incertidumbre; y, por otro, con aquellos que ya tenían planes de hacer un giro en su carrera y se vieron enfrentados a buscar nuevas oportunidades en este tan ajustado mercado laboral.
Quisiera compartir con ustedes algunas de las principales conclusiones de estas conversaciones. Quizás nos ayuden a repensar nuestro futuro próximo y nos aporten luces sobre cuáles son los desafíos en este nuevo contexto.
El trabajo flexible
Lo primero que puedo afirmar es que el trabajo flexible llegó para quedarse. De lo poco positivo que nos deja este contexto de pandemia, está la aceleración en los cambios que necesitaba el mundo del trabajo. Muchos de los líderes con quienes tuve la oportunidad de conversar no tenían en sus planes de corto plazo, llevar sus equipos a un trabajo remoto en la escala que hemos visto. Sin embargo, para muchos fue bastante fácil la transición y para otros tomó algunas semanas garantizar la continuidad. No obstante, la gran mayoría puede ver hoy los beneficios de haber implementado nuevas formas de trabajo.
Esto es un logro tremendo, porque cambió importantes paradigmas, tales como la asociación entre trabajo presencial y rendimiento. A esta altura, sabemos que no es así. Claramente, hay negocios y roles que requieren de presencia física para llevarse a cabo. Sin embargo, también son miles los profesionales que se han beneficiado al tener más tiempo para estar con sus familias y no perder horas en traslados improductivos.
Ahora bien, estas nuevas formas de trabajo requieren nuevas políticas en las organizaciones, pues no me imagino el futuro en un formato 100% remoto. Tampoco funcionaría como lo ha estado haciendo hasta ahora, considerando que hemos estado en cuarentena la mayor parte del tiempo y ello ha condicionado el teletrabajo. Pero no cabe duda que hemos ganado terreno al probar, explorar e implementar estas nuevas formas de trabajo.
Oficinas
Una segunda conclusión es que los espacios de oficina también cambiarán. No dejarán de existir, pues somos seres sociales que necesitamos conectarnos con otras personas a nivel personal. Asimismo, desarrollar relaciones requiere también interacción cotidiana con otros, más allá de lo que la tecnología y el trabajo remoto nos permiten. Pero ya se implantó en la mente de muchos líderes que quizás necesiten una reinvención de sus espacios laborales, en términos del tamaño y distribución. Ello, porque sabemos que aún saliendo de las cuarentenas, tendremos la exigencia del distanciamiento social por varios meses, lo que obligará a establecer protocolos y efectuar cambios en los espacios de trabajo.
Habilidades blandas
Otros aspectos desafiados en este tiempo han sido la habilidad de gestión y el liderazgo. Ello, a propósito de la necesidad de trabajar con equipos disgregados, físicamente no presentes. Muchos han sido los desafíos de los líderes de equipos y organizaciones estas últimas semanas y meses. Y han requerido no solo nuevas formas de repensar y hacer el negocio, sino que también de cómo gestionar y comunicarse con los equipos y las personas a distancia. Esto ha puesto las habilidades blandas en un lugar de mayor relevancia. Para algunos ha sido natural y más sencillo; otros han requerido apoyo o coaching para enfrentar mejor el desafío de gestión de equipos. Lo que está claro es que este tiempo de cambio requiere pensar en nuestras habilidades como profesionales. ¿Qué siento que tengo como fortaleza?, ¿qué siento que necesito trabajar o mejorar?, ¿cómo lo puedo mejorar? son preguntas que estamos obligados a hacernos y que debemos responder desde la humildad. Solo al reconocer lo que sentimos que nos falta, podemos comenzar a trabajar en ello.
Nuevas tecnologías
Otro aspecto que me interesa relevar es la adaptabilidad a las nuevas tecnologías, a propósito de los desafíos que nos ha traído la pandemia. Es probable que como pocas veces, estemos tremendamente agradecidos (y dependientes) de quienes están a cargo de los sistemas, aplicaciones y comunicaciones. Pero más allá de agradecer, este tiempo ha requerido que todos incorporemos y adoptemos las nuevas tecnologías necesarias para hacer nuestro trabajo en estas especiales circunstancias. Así, hemos debido aprender a usar herramientas para hacer videollamadas, gestión remota de archivos y colaboración en línea en proyectos o documentos. Es decir, nos hemos visto obligados a aprender a usar la tecnología para simplificar tareas, automatizarlas o simplemente asegurar la continuidad operacional desde nuestros hogares.
Todo esto, pone en claro que necesitamos hacer un cambio en cómo podemos entender las tendencias del mercado e incorporar conocimientos y habilidades tecnológicas en forma cotidiana en nuestros trabajos.
Por otro lado, la innovación y la reinvención también son parte del contexto actual. Tanto las empresas como las personas han sido empujadas a salir de sus zonas de confort, lo cual ha derivado en innovación y, en muchos casos, en reinvención. Si hay algo que siempre hemos tenido presente es que el cambio es constante, pero quizás no siempre ha sido tan visible o cercano como en la actualidad.
Muchas empresas modificaron sus productos, crearon formas nuevas de comunicarse o de seguir atendiendo a sus clientes, se acercaron a las necesidades actuales y analizaron qué espacio podían tomar para tomar alguna ventaja que les permitiera mejorar sus ventas o proyectos este año, etc.
Lo que sí está claro es que los malos tiempos siempre nos ponen a prueba y muchas veces sacan lo mejor de nosotros. Lo importante es hacer la reflexión de ¿cómo hemos estado nosotros?, ¿hemos podido aprender cosas nuevas?, ¿hemos tomado ventaja para hacer algo interesante en nuestro tiempo libre, como aprender nuevas habilidades?, ¿nos hemos dado el tiempo de pensar en nosotros, en lo que queremos hacer, en nuestras carreras?
Tal vez, un efecto positivo de este tiempo de cuarentena es tener más tiempo para reflexionar y trabajar en un plan que nos ayude a fortalecernos como personas y profesionales; y aportar valor a nuestros equipos y organizaciones desde la reinvención de este nuevo futuro que se adelantó, forzado por las circunstancias.
Karina Perez es directora asociada de Robert Half.