Las altas temperaturas y la sequía han sido un problema que cada cierto tiempo vuelve a reflotar en los campos de México. Sin ir más lejos, en abril de 2021 el porcentaje de territorios atravesando la sequía en el país ascendió a más del 70%, lo que genera un escenario bastante complejo ya que la mayoría del territorio agrícola es temporal y depende de la lluvia.
La falta de lluvias – aunque se ha experimentado un repunte en el centro y sur del país- pone en alerta a los productores agrícolas, quienes deben usar el agua de forma eficiente para no sufrir los graves efectos de la carencia de precipitaciones. Gracias al Internet de las Cosas (IoT) y a la Inteligencia Artificial (IA), es posible que los productores agrícolas conozcan no sólo cuándo y cuánto lloverá, sino también, cuál es el nivel de humedad de sus cultivos, información que le sirve para administrar el recurso hídrico.
La plataforma Instacrops – que ya está presente en México-, utiliza tecnología IoT e IA para entregar a los agricultores un panorama completo de lo que sucede en tiempo real en sus campos.
Gracias a un sistema de alertas, la aplicación envía un mensaje a los productores indicando el nivel de hidratación de los cultivos, informando qué días hay que regar y qué días no. Esta tecnología permite hacer un uso eficiente del agua con la que cuentan los agricultores, que por estos tiempos es bastante escasa.
“Sabemos que para muchos agricultores, uno de los principales problemas es la disponibilidad de agua. Sin embargo, muchas veces se cree que las plantas deben ser regadas con más regularidad de lo que necesitan, por eso, mostramos esa información a los productores para que puedan decidir sobre sus reservas de agua de manera inteligente y con datos concretos”, dijo Mario Bustamente, fundador y CEO de Instacrops.
El Gobierno y los agricultores han desplegado soluciones como la siembra de nubes con yoduro de plata, entre otras innovaciones enfocadas en mitigar los efectos de la sequía. Instacrops, puede apoyar en esta tarea a través de una plataforma que permite a los propios agricultores cuidar el agua, pues los datos que les entrega les proporciona más control sobre sus tierras, pudiendo saber con precisión y en tiempo real si los campos tienen exceso o falta de agua.
Esta solución ya está siendo aplicada en países que tienen altos índices de sequía, como Chile, donde los datos muestran que los agricultores pudieron reducir en un 32% la frecuencia de riego, privilegiando el cuidado del agua. “Nuestros clientes nos han confirmado que tras dos temporadas trabajando con Instacrops, redujeron de 47 eventos de riego anuales a 32 en la actualidad. Es decir, en dos temporadas bajaron en un 32% el uso del agua, una cifra alentadora para un país donde más del 70% de su territorio padece sequía”, explicó Mario Bustamente.
La información es clave para tomar decisiones, no solo dosificar el uso del agua, sino para hacer las labores agrícolas cada vez más eficientes y en armonía con la naturaleza. En un mundo donde los eventos climáticos están alcanzando extremos históricos, el cuidado de los recursos naturales – en especial del agua- se torna primordial para seguir alimentando a las futuras generaciones. La tecnología, entonces, brinda la oportunidad de dar un pequeño respiro al gasto desmedido de las riquezas del planeta.