La infraestructura física que sustenta más que las comunicaciones de la empresa, también soporta los sistemas de seguridad y permitirá instalar negocios desde la misma edificación inteligente.
El teletrabajo y la emergencia sanitaria derivada de la Covid-19 han sido dos elementos que incrementaron sustancialmente la demanda de internet y mejores anchos de banda, sea en las viviendas u en oficinas debido a las teleconferencias, aplicaciones en cloud y, especialmente, la utilización de la banda dividida en más dispositivos como computadoras, servidores, smartphones, asistentes virtuales, etc. Esto sin contar con toda modernización de edificios y pantas inteligentes como la utilización de sensores y actuadores en las máquinas de producción y ambientes laborales más simples.
Este diagnóstico plantea la reconsideración de edificios y oficinas para su modernización con nuevas tecnologías que permitan a las personas mantener la calidad sea en su casa, oficina o planta industrial, pero con funcionalidades apropiadas para cumplir con el trabajo a distancia, la educación en línea y el entretenimiento, todo sin que exista una degradación de la calidad de los servicios. También plantea las posibilidades reales de cómo hacer de una edificación, un edificio inteligente.
Entre esos servicios se encuentran los de telecomunicaciones, sobre todo la Internet de banda ancha. Este servicio se encuentra entre los más esenciales para cumplir con las labores a distancia en tiempos de postpandemia, pues de junio de 2019 a junio de 2020, su penetración creció en 7.4% real, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Y por el tipo de acceso, aquellas conexiones de banda ancha que viajan por fibra óptica lo hicieron en 23.6% en ese mismo periodo, sinónimo de que las personas demandan una conexión más robusta y veloz, así como una flexibilidad laboral, como el que ofrece la fibra óptica.
Pero construir redes cableadas con fibra en edificios nuevos y reutilizados no es sencillo.
Previamente debe resolverse una diversidad de obstáculos que van de los criterios económicos a los regulatorios, y hasta los estéticos y de armonía vecinal. Por tanto, construir red de fibra, el backbone de fibra de nuestro edificio y columna vertebral de las telecomunicaciones, no es tan simple sin apoyo eficiente.
La empresa Furukawa Electric Latam, proveedora de soluciones de infraestructura para servicios de telecomunicaciones, refiere que las redes para edificios tendrían que ser a base de fibra óptica, por la calidad que ofrece ese tipo de infraestructura y porque puede soportar en el tiempo los constantes crecimientos de la demanda de capacidad, además de que estas son redes escalables también.
En específico, este desarrollador de soluciones propone su solución denominada Laserway para construir redes de fibra en edificaciones que después podrían considerarse edificios inteligentes.
De acuerdo con Furukawa un espacio de este tipo, es decir, un edificio inteligente, no implica solamente el hecho de contar con un cableado que permita una conexión de alta velocidad de Internet, sino una edificación que cuenta con una infraestructura que incluso pueda darle un mejor aprovechamiento al consumo de energía y con ello generar ahorros a los habitantes del edificio.
Esta red 100% óptica provee una infraestructura física que soporta los sistemas de seguridad, en audio o video, y permitirá pensar también en crear negocios desde la misma edificación inteligente. La potencia de Laserway podría alcanzar hasta una distancia de 20 kilómetros, pero definida para desde edificios únicos hasta grupos de construcciones, es una propuesta que promete una reducción del 50% en la inversión o Capex a la construcción de la red en la edificación; también ofrece una reducción de espacios ocupados y 70% en ahorro en uso de cables, de acuerdo con información de esta compañía.
“Laserway es una solución 100% óptica. Sus bondades son a prueba del futuro, porque manejan todo lo que es la red pasiva óptica, permitiendo evoluciones tecnológicas futuras sin cambio de la infraestructura de cableado, ahorrando energía y entregando capacidades en terabytes, siendo inmunes a las inducciones electromagnéticas y permitiendo el cifrado de la información, teniendo así una mejor prestación del servicio que consumen las personas”, aseveró Rafael Barreto, de la Ingeniera de Furukawa.
Por ahora, agregó, los edificios u hogares inteligentes están siendo impulsados por el trabajo híbrido y por una generación de personas más cercana a las computadoras y teléfonos móviles. “Pero pronto nuevas generaciones demandarán las mismas capacidades de la fibra óptica y aplicaciones derivadas de tecnologías como la 5G y entonces los hogares inteligentes serán más una cotidianidad, sea en edificios usados o nuevos, comerciales o residenciales”, concluyó Barreto.
