La última década ha sido testigo de una revolución en la forma en que las personas se comunican y hacen negocios, gracias, en gran parte, a la adopción y evolución de la videoconferencia. Desde simples llamadas de video hasta intrincadas reuniones virtuales y aulas de aprendizaje, la videoconferencia ha transformado la dinámica de interacción a nivel mundial.
Hace poco más de diez años, la videoconferencia no era algo nuevo, pero su uso era limitado principalmente a grandes corporaciones y organizaciones gubernamentales que podían permitirse el costoso hardware y la infraestructura necesarios para su implementación. Los servicios de videoconferencia eran principalmente utilizados para reuniones internacionales o para comunicarse con sucursales en ubicaciones remotas.
En 2013, con la llegada de servicios de videoconferencia basados en la nube para uso personal, esta forma de comunicación comenzó a volverse más accesible. Estas plataformas proporcionaban servicios de bajo costo e incluso gratuitos que podían utilizarse en computadoras personales y dispositivos móviles, permitiendo a más personas y empresas acceder a esta tecnología.
En 2015, los avances en la infraestructura de internet, incluyendo el aumento de la velocidad de conexión y la expansión de la cobertura, facilitaron aún más el acceso a la videoconferencia. Además, la creciente popularidad de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea integradas en los dispositivos móviles, que introdujeron capacidades de videollamada, permitieron que más personas experimentaran los beneficios de la comunicación cara a cara, independientemente de la distancia.
El año 2020 marcó un punto de inflexión con la llegada de la pandemia de COVID-19. La necesidad de distanciamiento social y el cambio hacia el trabajo y la educación remotos impulsaron un aumento sin precedentes en el uso de la videoconferencia. Plataformas de colaboración que integran este recurso, se convirtieron en herramientas esenciales para empresas, escuelas y familias.
Pero ¿qué sigue?, ¿cuál es el futuro de la videoconferencia?
Puede tomar diferentes caminos encausados por casos de uso pero, sin lugar a dudas, una de las tendencias es la integración de soluciones como plataforma de comunicaciones como servicio, conocida por sus siglas en inglés como CPaaS (Communications Platform as a Service), que representa una vanguardia en el desarrollo y la implementación de comunicaciones en tiempo real.
CPaaS es un modelo de servicio en la nube que permite a las empresas agregar capacidades de comunicación en tiempo real, como voz, video y mensajería, a sus propias aplicaciones sin necesidad de construir infraestructuras dedicadas para ello. Esto está revolucionado la forma en que las empresas interactúan con sus clientes y empleados con inmediatez.
La integración de la videoconferencia en soluciones CPaaS está facilitado la creación de aplicaciones y servicios que pueden soportar reuniones virtuales, webinars, clases en línea, consultas médicas a distancia, y más. Ya sea para una reunión de equipo, una llamada con un cliente o una conferencia a nivel de empresa, las soluciones CPaaS con videoconferencia prometen ofrecer herramientas flexibles y escalables.
Además, las soluciones CPaaS son inherentemente móviles, lo que permite a los usuarios participar en videoconferencias desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo. Esto es especialmente útil en el mundo actual, donde el trabajo remoto y la movilidad son cada vez más comunes.
En términos de seguridad, las soluciones CPaaS con videoconferencia también ofrecen altos niveles de confianza donde las comunicaciones se encriptan y cumplen con las regulaciones de privacidad y seguridad de datos, lo que es esencial para las empresas en industrias como la salud, la educación y las finanzas.
La evolución de la videoconferencia en la última década ha sido transformadora, pasando de ser una herramienta limitada y costosa a un componente integral de la comunicación diaria.
La adopción de servicios de videoconferencia basados en la nube, junto con los avances en la infraestructura de internet y la creciente popularidad de las aplicaciones de mensajería instantánea, han hecho de la videoconferencia una solución accesible y ubicua.
La pandemia de COVID-19 sólo intensificó su importancia, ya que se ha convertido en una herramienta esencial para la educación, los negocios y las interacciones sociales.
Ahora, con la integración de la videoconferencia en las soluciones CPaaS, estamos presenciando un nuevo cambio en la forma en que las empresas interactúan con sus clientes y empleados, ofreciendo comunicaciones en tiempo real más seguras, flexibles y escalables. Sin duda, la videoconferencia continuará evolucionando, jugando un papel cada vez más importante en nuestra forma de comunicarnos y colaborar en el futuro.
Por Omar Peláez, Arquitecto de Colaboración en Cisco México.