En el marco del Día Internacional de la Mujer es importante reflexionar el gran avance que la lucha por la equidad ha logrado, a la vez, y con mayor importancia, es necesario reconocer el largo camino que queda por recorrer y las acciones que instituciones gubernamentales, organismos sociales e iniciativa privada pueden realizar para mejorar las condiciones, sobre todo de empleo.
Precisamente en la creación de oportunidades laborales, la digitalización se perfila como un factor determinante. ya que, a través de una conexión a internet, grupos demográficos subrepresentados se integrarían a la fuerza laboral sin necesidad de trasladarse a un lugar de trabajo fijo, situación que puede ser complicada para mujeres, personas con discapacidad, en comunidades de difícil acceso, la tercera edad, o padres de familia, por ejemplo. De acuerdo con el estudio “Liberar el potencial de la economía remota”, elaborado por Economist Impact en colaboración con DocuSign, 60% de los ejecutivos encuestados afirma haber contratado trabajadores en otras ubicaciones gracias a la posibilidad de trabajar a distancia.
En el caso específico de la integración femenina, cabe resaltar que en los últimos años las empresas han implementado diversas iniciativas para incrementar el número de colaboradoras a su interior, pero aún queda mucho por hacer, considerando que las mujeres ocupan sólo cerca del 13% de altos cargos en México, una cifra que llegaría sólo a 20% para 2050, según estimaciones de McKinsey.
Para contrarrestar esta tendencia, un factor importante a considerar sería la llamada economía remota, que se refiere a todas aquellas actividades económicas que habilitan las soluciones digitales, ya sean para trabajo, entretenimiento o educación.
De acuerdo con el estudio de Economist Impact y DocuSign, las oportunidades laborales digitales añadirían 25 millones de mujeres y 10 millones de personas mayores de 65 años a la fuerza laboral económicamente activa para 2030.
Por su parte, las empresas también se verían beneficiadas con la digitalización y el trabajo remoto, al contar con todo un nuevo y vasto panorama de candidatos para sus vacantes disponibles. Y así lo reflejan 77% de los ejecutivos encuestados en el estudio de Economist Impact y DocuSign, quienes afirman que la economía remota tuvo un impacto positivo en su capacidad para contratar en un grupo de candidatos más amplio. Adicionalmente, 81% consideran que la tecnología es un igualador social, pues mejora la conectividad, la inclusión financiera y el acceso a bienes y servicios.
Asimismo, casi dos tercios de los ejecutivos que participaron en el estudio de Economist Impact y DocuSign, aseguraron que la adopción del trabajo remoto y el aumento de la digitalización han contribuido a diversificar la fuerza de trabajo, mientras que más del 75% coinciden en que los horarios de trabajo flexibles volvieron más diversa y equitativa a su plantilla de colaboradores.
89.4% de los encuestados destacan que la flexibilidad para trabajar en cualquier lugar y momento, ha mejorado la salud y bienestar de los colaboradores, y 78% opinan que genera igualdad en el acceso a las oportunidades de promoción profesional.
Finalmente, los consumidores actuales son mucho más informados y les exigen a las empresas una mayor responsabilidad social, considerando iniciativas ecológicas, así como de diversidad e inclusión entre sus colaboradores. En este sentido, la economía remota y la integración de las mujeres a su fuerza laboral le ayudarían a las organizaciones a alcanzar sus objetivos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), por ejemplo, 84% de los encuestados coinciden en que el aumento del trabajo a distancia ha permitido a las empresas avanzar más hacia sus objetivos de emisión cero.