Actualmente, 175 mil millones de apps son descargadas cada año. En promedio, una persona tiene 80 instaladas en su teléfono, de las cuales utiliza nueve en su día a día y utiliza aproximadamente treinta al mes. Esto expone una vez más que las aplicaciones se han vuelto parte crucial para usuarios finales y organizaciones. Sin embargo, destacan las superapps que conjuntan varios servicios en una sola app para poder realizar una serie de operaciones desde un mismo lugar; las apps bancarias o de marketplace son algunos ejemplos de ello. Este tipo de programas no son nuevos, aunque fue el 2023 el año en que se consolidaron como una opción para las grandes instituciones y sus clientes.
Según datos provistos por Dr. Roberto Contreras, Director de Business Development para Globant, las superapps son ecosistemas digitales de productos y servicios alojados en una aplicación y experiencia de usuario unificada. Entre sus características principales incluye ofrecer una fuente de volumen para socios estratégicos, crear nuevas líneas de ingresos para el negocio actual, fidelizar a los clientes a través de nuevos productos y servicios y aumentar el nivel de gastos e interacciones.
Destacan dos tipos de superapps: La estándar con múltiples funcionalidades y que incluye un sistema de pagos, y la superapp con Mini Programs de terceros. Esta última contiene “mini apps” de poco peso dentro de sus servicios, agrandando así las capacidades de la misma.
En el caso de Globant, por medio de una gran variedad de estudios, ingeniería, etc. Desarrolla superapps con tecnologías especializadas y a petición del cliente. Asimismo cuenta con su división GlobantX, la cual “Es una plataforma de finanzas integrada que ayuda a las empresas de todos los sectores a generar nuevas fuentes de ingresos en el sector Fintech. También contamos con GeneXus, un acelerador con el que podemos desarrollar aplicaciones Lowcode”, comentó Roberto Contreras en entrevista para CIO Ediworld.
Contreras recomienda a los CIO justificar la creación de una superapp antes de ponerse manos a la obra. “Si el negocio te permite desarrollar una superapp, hay que visualizarla como un negocio que te permita un retorno de inversión; el negocio tiene que dirigir la tecnología y no al revés. También recomiendo pedir ayuda a los expertos para poder definir desde negocio para después desarrollar la experiencia de usuario”, concluyó.