Las similitudes entre la conducción de un equipo deportivo y el liderazgo de un equipo corporativo son evidentes. En el deporte, la función de la persona que capitanea el equipo es crucial. Esta persona, generalmente, ya ha pasado por muchos equipos como atleta y sabe cómo relacionarse con colegas del deporte, con los equipos y con las personas aficionadas.
La función de la persona que está al mando del equipo es liderar, motivar, comandar e instruir. A diferencia de los profesionales responsables del entrenamiento, que observan al equipo y dan orientaciones desde fuera del campo o área en la que se practica el deporte.
De manera análoga, en el mundo corporativo, el mejor liderazgo debe comportarse más como quien capitanea el equipo que como una persona que entrena a profesionales. Es necesario participar activamente en el día a día, entender los desafíos y servir de ejemplo para el equipo.
¿Cuál es el perfil ideal de liderazgo en la actualidad?
De acuerdo con Robert Half, firma de reclutamiento de personal especializado en TI, el perfil actual es un liderazgo participativo, empático y único. La persona responsable debe involucrarse activamente en las actividades diarias del equipo, entender las necesidades y desafíos del equipo y actuar de manera que inspire y motive a los profesionales. Además, debe poseer habilidades de comunicación e inteligencia emocional para lidiar con diferentes personalidades y situaciones.
¿Cómo debe ser su comportamiento como líder?
- Tener iniciativa: Es importante que la persona que está en el liderazgo sepa hacer lo que necesita que las otras personas hagan, además de comprender las necesidades y el mercado en el que opera.
- Hablar y escuchar: Pedir feedback regularmente para ganar la confianza del equipo.
- Incentivar: Dar directrices y permitir que su equipo cree e innove.
- Conocer al equipo: Cada profesional tiene sus características individuales; un liderazgo cercano puede facilitar el cumplimiento de los objetivos organizacionales.
¿Cómo debe ser la postura del liderazgo?
La postura debe ser de integridad, coherencia y apoyo, según Robert Half. Además, debe alinear acciones con palabras, demostrando compromiso y ética. Esto no sólo crea un ambiente de respeto mutuo, sino que también aumenta la motivación y productividad del equipo. Los líderes deben estar siempre dispuestos a ayudar, guiar con el ejemplo y crear una cultura organizacional positiva.
La importancia de la ética
Liderar con el ejemplo demuestra integridad y ética. Cuando el liderazgo alinea acciones con palabras, crea una cultura de respeto mutuo, aumenta la motivación del equipo y mejora la productividad. Las empresas que siguen este enfoque son más productivas y comprometidas, manteniendo al equipo motivado y a los clientes felices.
Desarrollo de futuros liderazgos
Desarrollar futuras liderazgos es esencial para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento continuo de las organizaciones en un mundo en constante cambio. Este proceso implica identificar y nutrir a profesionales emergentes, proporcionando oportunidades de aprendizaje y experiencias prácticas que amplíen sus habilidades de liderazgo.
Además, es fundamental promover una cultura de diversidad e inclusión, donde se valoren e integren diferentes perspectivas. Invertir en programas de mentoría, capacitación continua y feedback constructivo son prácticas indispensables para formar liderazgos preparados para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades del futuro.