La temporada vacacional representa una temporada invaluable para combatir el burnout laboral y parental; un síndrome de agotamiento crónico que afecta el bienestar físico, emocional y laboral originado por el estrés laboral, combinado con las responsabilidades de cuidado familiar.
Para hacer frente a este síndrome se generó el estudio ”resiliencia al burnout”, una propuesta elaborada por el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) de IPADE Business School donde se ilustra la posibilidad de desarrollar capacidades adaptativas para enfrentar el burnout de manera sistémica o individual.
De acuerdo con el CIMAD las políticas de apoyo estructural, organizacional y familiar son esenciales para mitigar el burnout y promover la resiliencia a nivel personal y en el contexto de la familia.
¿Qué es el burnout parental?
El burnout parental ocurre cuando las demandas de crianza exceden los recursos disponibles. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este síndrome se caracteriza por:
- Agotamiento extremo: falta de energía y agotamiento físico y emocional.
- Despersonalización: distanciamiento emocional con otros, acompañado de negativismo o cinismo en las relaciones.
- Sensación de ineficacia: pérdida del gusto por actividades y percepción de un bajo desempeño.
“Este síndrome también está influenciado por factores externos, como expectativas culturales y sociales que presionan a las personas para cumplir con estándares ideales, tanto en el ámbito laboral como en el familiar y dado que los roles de género han evolucionado. Ahora, tanto mujeres como hombres enfrentan presiones significativas que los exponen al burnout, ya sea parental o laboral”, explicó Yvette Mucharraz y Cano, directora del CIMAD.
Hallazgos clave del estudio del CIMAD
El CIMAD encuestó a 704 madres en puestos de liderazgo en 2021 para identificar los factores que mitigan el burnout. Los hallazgos destacan que los apoyos estructurales y organizacionales son clave para promover la resiliencia.