En 2025, el rol del Chief Information Officer (CIO) debe evolucionar para convertirse en el principal facilitador de la innovación y la colaboración interdepartamental. Sus funciones tradicionales se remasterizan para codirigir la estrategia digital junto con los Chief Experience Officer (CxOs) y otras áreas clave del negocio, creando una sinergia que maximice el valor de las inversiones tecnológicas.
De acuerdo con la Agenda del CIO para 2025, de la consultora Gartner, uno de los aspectos fundamentales que marcará la diferencia en los próximos 12 meses es la democratización de las capacidades digitales y la adopción de herramientas de ciberseguridad fusionadas con inteligencia artificial y de protección de identidad, serán esenciales para enfrentar las amenazas cibernéticas emergentes.
Pero no sólo eso, los CIO deben ir más allá de la implementación de estas tecnologías de manera aislada. Su responsabilidad será empoderar a los colaboradores en todas las áreas del negocio para que también se conviertan en protagonistas del proceso de transformación digital, lo cual se logra facilitando plataformas de fácil uso y fomentando una mentalidad de colaboración, en la que las habilidades digitales se distribuyan y compartan entre todas las áreas de la empresa, no sólo dentro del departamento de Tecnología de la Información (TI).
Es importante trabajar codo a codo con los líderes de las áreas de negocio para identificar oportunidades de innovación, gestionar el cambio y generar resultados comerciales tangibles. Para estar a la vanguardia, los CIO necesitan comprender que el trabajo en equipo es más importante que nunca. La integración de la inteligencia artificial, la automatización y el análisis de datos dentro de la organización depende, en gran medida, de la capacidad del CIO para coordinar y liderar equipos multidisciplinarios.
Tecnologías clave en 2025
La inteligencia artificial (IA), la automatización de procesos y el análisis avanzado de datos serán tecnologías clave que permitirán a los CIO mejorar la toma de decisiones y optimizar los procesos de negocio.
No obstante, deben convertirse en arquitectos de la innovación, capaces de diseñar estrategias digitales que conecten todos los aspectos de la organización, desde la experiencia del cliente hasta la gestión interna de los recursos.
Asimismo, invertir en la formación y la capacitación digital de los colaboradores será un factor determinante para el éxito de las iniciativas digitales. La cultura de ciberresiliencia, entendida como la capacidad de una organización para no sólo prevenir y protegerse frente a los ciberataques, sino también para recuperarse rápidamente cuando estos ocurren, será otro aspecto crucial en 2025. Esto exige un enfoque proactivo en la protección de los activos digitales y en la integración de herramientas de ciberseguridad basadas en IA, que permitan detectar y mitigar amenazas en tiempo real.
Los CIO deberán asegurarse de que sus organizaciones cuenten con las estrategias necesarias para garantizar la continuidad operativa en caso de una brecha de seguridad y para ello, es fundamental la capacitación en prácticas de seguridad cibernética para evitar que los ataques sean facilitados por errores humanos.
Además, otro de los aspectos que los CIO deben tener en cuenta para 2025 es la expansión de las plataformas de desarrollo de bajo código (low-code) o sin código (no-code), que permiten, incluso sin conocimientos técnicos, crear soluciones digitales personalizadas. Estas plataformas están transformando la manera en que se desarrollan aplicaciones y gestionan procesos internos, permitiendo a los colaboradores ser más autónomos y eficientes en la creación de herramientas que mejoren la operatividad y la experiencia del cliente.
Sin embargo, la adopción de plataformas sin código plantea ciertos desafíos. Los CIO deben asegurarse de que estas herramientas estén alineadas con las políticas de seguridad de la organización, evitando brechas que puedan poner en riesgo la integridad de los sistemas. La integración de soluciones desarrolladas fuera del ámbito de TI debe ser cuidadosamente gestionada para garantizar que cumplan con los estándares de seguridad, privacidad y gobernanza corporativa.
Como se vislumbra, el 2025 no es sólo otro año más para los CIO. Es un punto de inflexión en el que deben dejar de ver las tecnologías emergentes como algo opcional y tomar las riendas de la transformación digital. A medida que las tecnologías como la inteligencia artificial, la ciberseguridad impulsada por IA y las plataformas sin código juegan un papel cada vez más central, los CIO deben convertirse en los arquitectos de la innovación digital, trabajando estrechamente con los CxOs para diseñar y ejecutar una estrategia que no sólo proteja los activos digitales, sino que impulse el crecimiento empresarial.
Por Manuel Moreno, Chief Information Security Officer (CISO) en IQSEC.
