Establecer y hacer cumplir fuertes políticas de autenticación para los dispositivos que intentan acceder a redes corporativas.
Pedir a los empleados utilizar una VPN corporativa y medidas de encriptación cuando hagan conexiones e intercambien datos. Mejor aún, configurar los equipos y otros dispositivos móviles de modo que se conecten automáticamente a la VPN y encripten los datos, eso sí, siempre después de que se haya determinado que el dispositivo no ha sido robado o se haya perdido.
Asegurarse de que todos los dispositivos y aplicaciones de software están configurados apropiadamente y cuentan con los parches de seguridad más recientes.
Confirmar que las políticas de seguridad corporativas prohíben a las personas transferir datos sensibles a dispositivos móviles o equipos no autorizados.