A pesar de que algunos expertos pronostican un trágico final al outsourcing por el auge del cloud computing, los cierto es que es poco probable que esto suceda, ya que en mayor o menor medida seguirá siendo fundamental el outsourcing para implementar las soluciones que se ofrecen en la nube.
En una reciente entrevista a Arjun Sethi, de AT Kearney, el consultor aseguraba que el cloud computing terminará con el outsourcing tradicional de TI. En opinión de Arjun, empresas como Xerox, HP y Accenture, así como los proveedores hindúes Infosys y TCS, están potencialmente en peligro. Al mismo tiempo, Arjun cree que compañías como Google y Amazon captarán una parte importante del mercado de outsourcing de TI.
Aunque resulte radical, esta idea es una exageración. En efecto, la transformación y el cambio en el equilibrio en la industria de la subcontratación se producirán como consecuencia del cloud. Sin embargo, es poco probable que logre erradicar gran parte de la industria de TI. Para comprender mejor esta dinámica, es necesario examinar los diferentes componentes de la tecnología en la nube: infraestructuras físicas, aplicaciones y servicios.
En cuanto a infraestructuras, los analistas estiman que las empresas, tanto por hardware como por soporte, generarán más de 95,000 millones de dólares al año. Estas ofertas tendrán que ver directamente con proveedores de cloud como Amazon, Rackspace o Terremark. Sin embargo, los proveedores tradicionales de outsourcing están lo suficientemente diferenciados como para no dejar de competir, como IBM con su oferta de Smart Business Development.
El mito de SaaS como autoservicio
Dentro de la nube, las aplicaciones son el elemento más antiguo y mejor establecido. De hecho desde hace poco se enmarca dentro del cloud computing el software como servicio (SaaS), concepto que ha existido durante la última década de la mano de pioneros como Salesforce.com y NetSuite, abriendo el camino para una adopción generalizada. ¿Cómo podría entonces jugar contra los proveedores tradicionales de outsourcing? Las aplicaciones, actualizaciones, y el apoyo para el hospedaje para soluciones de CRM, ERP, etc., son una gran fuente de ingresos para los proveedores de outsourcing y, realmente, lo seguirá siendo.
Algunos ingresos podrían derivarse por la expansión de la nube de manera significativa, en particular los adscritos niveles inferiores como puede ser el middleware. Sin embargo, la demanda de implantación y soporte se mantendrá. Existe un error común bastante extendido que indica que SaaS es totalmente un modelo de autoservicio, y la verdad es que 90% de las aplicaciones empresariales no lo son tanto, por lo que es necesaria la contratación de personal especializado para llevar a cabo su implantación.
Finalmente, el mayor componente de outsourcing, por el momento, son los servicios profesionales. Esto puede tomar forma de integración de sistemas, administración de servicios de TI o outsourcing de procesos empresariales. En todos estos servicios externalizados, hay un componente predominantemente humano. Y, si bien la nube puede afectar al modelo de entrega del software, no representa realmente un avance en la automatización de los procesos de negocio basados en la mano de obra.