Imagínese que su auto le envía un mensaje de texto cuando necesita una afinación, o que su medidor de luz le avise cuando su consumo eléctrico está por superar su presupuesto. Hace diez años, esto hubiera sonado como ciencia ficción, pero gracias a los recientes esfuerzos de GSMA, la organización de la industria móvil, y proveedores como A&T y Qualcomm, este tipo de tecnología está más cerca que nunca.
Todo más inteligente
De acuerdo con la GSMA, casi 9 mil millones de dispositivos en todo el mundo pueden conectarse en línea, y 6 mil millones de estos son gadgets que se conectan a través del uso de redes celulares. Los smartphones, las tablets, los lectores electrónicos e incluso las lavadoras de ropa pueden conectarse a Internet a través de las redes celulares, y esta tendencia probablemente se acelerará en los próximos años.
La GSMA espera que, eventualmente, todo lo que funcione con electricidad tenga la capacidad de conectarse en línea y se comunique con otros dispositivos de una forma mucho más eficiente y oportuna. Esto hace más sencillo monitorear y controlar lo que sucede en su hogar, muy parecido a lo que vemos hoy en las Smart Houses. Para el 2020, la GSMA espera ver 24 mil 450 millones de dispositivos conectados con 12 mil millones de ellos siendo teléfonos.
El desafío
Si bien la GSMA puede eseprar que pronto cada hombre, mujer, niño y mascota tenga un dispositivo conectado a Internet, hay varios obstáculos en el camino. En Estados Unidos, por ejemplo, utilizan una amplia variedad de longitudes de onda de radio, muchas de las cuales son incompatibles entre sí. AT&T dice que, con la ayuda de la GSM, espera unir a los operadores bajo un estándar común de la industria para que todos los dispositivos operen bajo la misma frecuencia de onda.
Aunque si todos los operadores estuvieran dispuestos a compartir el mismo ancho de banda, la gente podría tener sobrecargas de la red y suspensiones que serían a escala nacional en lugar de sólo algunas regiones, como ocurre actualmente. Los proveedores de redes tendrían que hacer un mayor esfuerzo para asegurarse de que sus redes puedan manejar el volumen masivo de gente que las usa.
El costo de unificarse bajo un solo espectro sería también extremadamente alto, pues los operadores tendrían que reemplazar o actualizar las torres para trabajar con el nuevo espectro. Esto también significaría que muchos dispositivos en el mercado actualmente ya no funcionarían, lo que molestaría a mucha gente cuyos teléfonos o tablets no funcionarían y se verían forzados a comprar nuevos. Sin embargo, la GSMA se apresuró a señalar que los operadores de Japón y Corea han cerrado completamente sus redes 2G con pocos o ningún problema.
Los beneficios
Si bien para los operadores sería costoso en el corto plazo, unificarse en un solo espectro al través del cual todos los dispositivos pudieran comunicarse bien valdría la pena el gasto. Aunque la implementación de una nueva red unificada sería costosa, sería más fácil mantener lo que tenemos actualmente. Esto significa una mejor fuerza de la señal en áreas donde antes apenas se tenía una barra de servicio.
La otra ventaja es que los dispositivos podrían trabajar con el operador de su preferencia. Si usted ve un teléfono que le gusta mucho, podría comprarlo sin tener que preocuparse por que sea compatible con su proveedor de servicio. Al crear un dispositivo que funcione en cualquier lugar, la GSMA cree que los precios de los dispositivos inteligentes serían accesibles.
Por su parte, Qualcomm espera usar dispositivos inteligentes económicos (como lectores electrónicos y monitores inalámbricos) para ayudar a instituciones como hospitales y escuelas a tener acceso a tecnología de punta a un costo muy bajo. Los médicos tendrían mejores herramientas para monitorear a sus pacientes, y los niños de los países en desarrollo tendrían acceso al mismo nivel de información que está disponible en el mundo desarrollado.
Si bien pudiera parecer un poco aterrador pensar que todos sus equipos electrónicos pudieran ser conectados a Internet algún día, hay más puntos a favor que en contra. Tendríamos un mejor control de nuestros recursos gracias a las redes eléctricas más inteligentes y las líneas de comunicación se disolverían aún más. Esto no va a suceder de la noche a la mañana, pero es algo que podríamos ver en los próximos diez años. El mundo se está volviendo cada vez más móvil, y la GSMA quiere que nadie se quede atrás.