Nokia continúa con la reestructuración de su plantilla. La compañía, que lleva meses realizando medidas drásticas para conseguir mejorar sus resultados, confirmó planes para cambiar el lugar de parte de su cadena de producción, lo que provocará nuevos despidos que afectarán a 4 mil trabajadores.
Las plantas de la ciudad de Komarom en Hungría, Reynosa en México y Salo en Finlandia son las afectadas por la nueva estrategia de Nokia. El vicepresidente de Nokia, Niklas Savander, confirmó en declaraciones rescatadas por Europa Press que “se reducirán sustancialmente los procesos de manufactura y la carga de trabajo” en las plantas señaladas. Por el momento no se ha especificado el número exacto de trabajadores a los que se despedirá en cada una de las fábricas.
La intención de la compañía es traspasar la producción a nuevas plantas en países asiáticos, donde Nokia espera agilizar la cadena de producción por estar más cerca de algunos suministradores de componentes. Además, la compañía podría conseguir bajar costes por el precio de la mano de obra.
Estos despidos se unen a varias otras medidas similares que la compañía ha ido tomando en los últimos meses. En septiembre de 2011 la compañía decidió cerrar una planta en Rumania y despidió a 3 mil 500 trabajadores. Junto a estas decisiones, Nokia también está tomando medidas drásticas en su joint ventur con Siemens y a principios de mes se confirmaba que las dos compañías tenían intención de despedir a 4 mil 100 trabajadores.
La estrategia de Nokia deja claro que la compañía sigue en la necesidad de disminuir sus gastos. Los últimos resultados financieros, de nuevo con pérdidas, ya anticipaban que Nokia seguía en una situación precaria. La esperanza de la finlandesa es que con su nueva alianza con Microsoft y los nuevos terminales con Windows Phone sus resultados mejoren y su situación progrese favorablemente.