El cómputo en la nube ha dejado de ser tan sólo una tecnología a través de la cual se puede disponer de aplicaciones, documentos y recursos almacenados en algún servidor de Internet, para transformarse en una verdadera herramienta empresarial que se adapta a las necesidades de gestión de las compañías de manera inmediata y fácil, por lo que no requiere de grandes recursos de capacitación para su uso.
De acuerdo con datos de IDC, actualmente en México, 43% de las empresas medianas y grandes ya cuentan con soluciones en la nube, por lo que el término cloud computing, o cómputo en la nube, poco a poco deberá convertirse en una práctica común.
En 2012, en nuestro país, la inversión en soluciones en la nube registró un crecimiento de 33%; dicho incremento representó montos superiores a los registrados por la compra de software, hardware y servicios, en gran parte debido a la decisión del sector público por realizar una fuerte adopción de tecnología.
Por otra parte, estudios realizados por Intel, estiman que para 2015 habrá 15 mil millones de dispositivos conectados y más de 3 mil millones de usuarios en la red, por lo que se espera un aumento de 33% anual en la cantidad de tráfico de información global en los centros de datos. Esto superará los 4.8 zetabytes generados por año, esto es tres veces el monto producido durante todo el año 2011. A estos niveles, cada usuario conectado generará cada día más de 4GB de tráfico de datos, equivalente al tamaño de una película con una duración de cuatro horas en formato HD.
Lo anterior demuestra que la cantidad de datos que deberán ser almacenados aumentarán en alrededor de 50% anualmente, y con el fin de acompañar este crecimiento, se espera que el número de servidores en la nube supere el triple hacia 2015. De esta manera, el clima de cómputo en la nube se despeja e indica que el mercado continuará su desarrollo en la medida que el uso de la nube traiga beneficios en términos de ahorros en la operación y la habilitación de servicios con mayor agilidad. Se espera una fuerte explosión en el corto plazo.
Durante 2013 la nube se convertirá en una herramienta que dará mayor agilidad y diversidad a las corporaciones para su desarrollo estratégico, gracias a usos como correo, gestión de información, o el desarrollo de aplicaciones, todo a través de la nube y en un ambiente virtualizado.
Ahora bien, cualquier empresa es apta para implementar estrategias de cómputo en la nube y sólo basta con buscar la optimización de las aplicaciones tecnológicas y una mayor agilidad en el procesamiento de la información. La decisión de las empresas es un tema de costos y de madurez en el uso de mejores prácticas, así como el nivel de medición de los servicios que ofrecen y la información que necesitan compartir y almacenar para su manejo. En la medida en que las áreas de TI estén debidamente asesoradas y tengan una mejor visibilidad de los beneficios que se pueden obtener, entonces podrán considerar usar los servicios de la nube para hacer más eficiente la operación y obtener una mayor rentabilidad en los costos operativos.
Mucho se ha hablado de los beneficios que las empresas adquieren con el cómputo en la nube: incremento de productividad; agilidad en la logística de la empresa; facilidad para gestionar la información; eficiencia del trabajo colaborativo; ahorro de energía y espacio, mejoras en la seguridad del manejo de la información. Sin embargo, es un deber de quienes somos responsables de proveer la tecnología para el adecuado almacenamiento de información en la nube, compartir una serie de consejos para implementar una estrategia de cloud computing:
- Objetivos: se debe tener claro cuáles son los servicios que se requieren subir a la nube
- Identificación: qué tipo de nube es la ideal para el giro y necesidades de la empresa. Actualmente existen tres tipos de nubes, privadas (dentro de la misma institución), públicas (un tercero administra los servicios) e híbridas (mezcla de pública y privada), la cual pone especial énfasis en la seguridad de las redes de comunicación que unen las nubes públicas y privadas, por ejemplo, mediante sistemas de encriptación. La adopción de uno u otro tipo, depende de las necesidades de la empresa.
- Comparación: Es necesario identificar a los proveedores y saber qué ofrece cada uno, así como quién maneja la mejor tecnología para otorgar el servicio.
- Decidir: Tendremos que evitar guiarnos por el precio y concentrarnos en identificar que proveedor es el que ofrece mejor soporte técnico y el Acuerdo de Nivel de Servicio (SLA). En la actualidad un servidor que utiliza tecnología de última generación, puede sustituir 15 servidores que tengan cinco años de uso, con la misma potencia y desempeño.
Queda claro cuáles son los objetivos de tener una estrategia de nube, pero aún existe escepticismo debido a la seguridad y protección de la información. Sin embargo, el desarrollo de componentes en los servidores de los centros de datos que funcionan para el resguardo físico de datos, han evolucionado para proveer mecanismos inteligentes que aumenten la seguridad no sólo a través del software, sino desde aquello que hace posible la tecnología misma, es decir, desde la arquitectura de los procesadores, que son el corazón del almacenamiento en la nube.
Tras analizar todo lo anterior, los desarrolladores de tecnología están trabajando junto a clientes y diferentes sectores más allá de la industria de TI, en una iniciativa a la que se ha denominado Intel Cloud Vision 2015 que diseñará e implementará un nuevo paradigma de nube basado en tres características:
- Nube federada, permitirá a las empresas mover y compartir datos, comunicaciones y servicios a través de nubes internas y externas con interoperabilidad flexible a través de diferentes plataformas.
- Automatizada, es decir una nube con servicios o recursos específicos, localizados y manejados con una mínima o cero intervención humana. A través de la automatización, se optimizan los recursos y el uso de energía al máximo, ya que también se posibilita el desplazamiento seguro de aplicaciones y recursos para mejorar significativamente la eficiencia energética de los data centers.
- Nubes “centradas en el usuario”, nubes “Inteligentes” que se adaptan a las PCs y dispositivos que detecten cierto tipo de aplicaciones, comandos y capacidad de procesamiento para optimizar completamente su experiencia en la red.
Con estos mecanismos y la nueva visión, ya no existe pretexto que valga para no subirse a la nube, pues mediante el desarrollo tecnológico se logra aumentar la certeza de que los activos informativos estarán seguros y que su gestión es confiable. De esta manera las áreas de TI de las corporaciones centrarán sus esfuerzos en garantizar la continuidad de su negocio (y no en implementar más estrategias informáticas), aumentando la velocidad y capacidad de respuesta, ahorrando en consumo de energía y contando con un desempeño inteligente, aunado a un retorno de inversión orientado a resultados.
– Pedro Cerecer
Pedro Cerecer es director de Negocios de Intel México