Varios de mis colegas piensan que la labor de un CIO es asegurarse de que los sistemas e infraestructura de la empresa operen de manera correcta las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sin embargo, yo pienso que es necesario evolucionar constantemente y mejorar la infraestructura para que se mantenga alineada a las necesidades del negocio, y entregar resultados que superen las expectativas de los clientes así como generar valor que guíe en la evolución de la estrategia del negocio.
Un CIO debe trabajar de manera efectiva con otros ejecutivos, lo que trae consigo grandes beneficios para la empresa. Así, mientras el CIO ayuda a sus colegas a dar resultados, se vuelve indispensable en el cuerpo ejecutivo empresarial.
Es inevitable discutir la estrategia de TI sin hablar de la estrategia operacional del negocio primero. De hecho, una buena estrategia comienza formulando las preguntas correctas.
Y son cinco los pasos para la conformación de un proceso estratégico exitoso para las TI: 1) mapear el cuadro completo; 2) decidir cómo ir del escenario actual al escenario óptimo; 3) administrar efectivamente el riesgo; 4) evaluar los cambios; y 5) cacarear el huevo.
Una buena estrategia se traduce en un Plan Maestro que contiene todas las respuestas a las preguntas que se hicieron, así de simple.
Nunca debe perder la oportunidad que le da una crisis perfecta. Se espera que el CIO sea creativo; afortunadamente las nuevas tecnologías le ofrecen a usted oportunidades para mejorar la competitividad de su empresa o institución.
Los negocios demandan utilidades y crecimiento. Alcanzar un crecimiento sostenible significa que se administra la racionalización de costos y la agilidad del negocio en forma simultánea.
Pocas cosas son tan difíciles de ejecutar, más duras de mantener o más inciertas en cuanto a alcanzar éxito que, como líder, realizar un cambio en el orden de la cosas; es decir, hacer algo de una forma diferente.
La digitalización del negocio es uno de los más grandes retos -y oportunidades- para quienes nos movemos en esta industria. Cada interacción que el negocio tiene con el cliente, los empleados, sus proveedores y el gobierno se volverá cada vez más digitalizada/automatizada. La inversión en tecnologías de la información (TI) continuará hasta abarcar prácticamente todo proceso de negocio (ERP, BPM, CRM, SOA, RDBMS, BI), incrementando su digitalización. La información de estos procesos digitales generará más eficiencias, capacidad de competencia, tener una idea clara en tiempo real de que sucede en cada paso del proceso así sean cientos o miles de estos.
Nada es gratis
Una verdadera economía digital es aquella que funciona 24×7 con tiempos de respuesta que satisfagan a sus clientes – con alta disponibilidad, confiabilidad y seguridad.
Las empresas deben decidir cómo quieren operar y proceder para contar con una plataforma de procesos digitales, sistemas y ejecución de la planeación estratégica. Cualquiera que piense que esto se puede sin pagar un centavo o que es barato está equivocado: Linux, MySQL, Apache, PHP, Posgress no significan sin costo. Cabe hacerse las siguientes preguntas:
¿Quién dará soporte técnico a todos estos sistemas?
¿Quiere que los sistemas de su empresa dependan de una persona o un pequeño grupo que tarde o temprano dejaran la empresa?
¿Necesitara escalar esos sistemas? Es decir, tiene capacidad de crecimiento, de actualización.
¿Piensa que sus clientes y proveedores están mejor sin comunicación directa con su compañía (sin página de Internet, sin contacto, sin red social)?
Pregúntese a usted mismo, “¿Qué necesito hacer diferente?”
Marcando la diferencia
Atribuirse el logro de darle al negocio un giro de 180º gracias a cambios osados, tener un enfoque intenso en los clientes y empleados es lo que a mi parecer hace la diferencia e hitos que marcan dinastías.
Las organizaciones que lo logran son aquellas que tienen entre sus valores el desarrollo y el uso de información para tomar decisiones. Pero, al mismo tiempo, las instalaciones deben ser mucho más rápidas (en meses) y con capacidad de dar información confiable, oportuna y con la suficiente profundidad en cada rincón del negocio; que los ejecutivos tengan de manera clara la información y ejecuten mejor sus acciones.
Hay que tener claro siempre que el negocio de una organización de TI es la tecnología, y que el negocio de un CIO es el negocio de la empresa. Tomar decisiones con base en una estrategia, crear valor al cliente, reducir costos y mejorar el desempeño de los ejecutivos, además de buscar reducciones por outsourcing, son críticos para obtener un retorno sobre las inversiones.
Una idea es armar un equipo experto en los procesos de negocio y que conozca cómo se podrían hacer mejor las cosas, y a partir de ahí actuar.
El problema es que 99.99% de los sistemas que se implantan son lo que quieren los directivos y no lo que requieren los clientes. Debo dejar claro aquí que nos podemos equivocar en el camino, pero si uno lo hace rápido y aprende-corrige-ejecuta hasta alinearse a lo que requiere el mercado es posible cambiar los paradigmas y ayuda a su empresa a dar un salto cuántico.
La función de un líder en tecnologías de la información consiste en proveer a los ejecutivos de la empresa de una herramienta que le dé datos consistentes y útiles, en el momento indicado, en cualquier lugar y que, al mismo tiempo, le permita a su cliente recibir un producto o servicio que en ningún otro lado recibiría. Por otro lado, al interior de su equipo, debe haber un responsable de estandarizar la operación e integra soluciones al negocio al mismo tiempo.
Fernando Thompson es director general de Tecnologías de la Información de la Universidad de las Américas Puebla. Sígalo en Twitter: @thompsonfer; y lea su blog en http://cioexitoso.blogspot.com.