Ciertas prácticas ayudan a las empresas a convivir de manera más eficiente con la situación de crisis provocada por la pandemia y mantenerse productivas. Descubra cuáles son y cómo puede implementarlas.

En un mundo empresarial en constante cambio, la capacidad de adaptación se ha convertido en un factor crítico para el éxito de las organizaciones. Es por ello que la construcción de una organización flexible se ha vuelto fundamental para enfrentar los desafíos actuales y futuros.

Una de las claves de las organizaciones que muestran una mejor adaptabilidad es la capacidad de implementar medidas sobre la marcha. Y los resultados que muestran apuntan a un incremento en la productividad, por lo que construir una organización flexible es el objetivo de muchos. Pero, ¿qué hacer para lograrlo? La firma Robert Half, especializada en reclutamiento de personal para áreas TI, comparte algunas recomendaciones:

Garantizar los principios de la flexibilidad

Una empresa que desee adquirir una cultura de flexibilidad debe comenzar por facilitar la adopción de esta capacidad. Para eso es necesario empoderar a las personas que componen la organización, otorgándoles la confianza suficiente para que moldeen esa flexibilidad, limitando las barreras burocráticas para reducir procesos engorrosos en beneficio de alternativas más simplificadas, incorporando la automatización y digitalización.

Integrar la flexibilidad al eje estratégico

La flexibilidad no debe ser considerada sólo como una medida temporal, sino que debe estar integrada en la estrategia empresarial a largo plazo.

Es esencial que la alta dirección y los líderes comprendan la importancia de la flexibilidad y la promuevan como parte de la visión y los objetivos de la organización.Esto implica evaluar regularmente las necesidades cambiantes del mercado y adaptar la estrategia en consecuencia.

Construir un modelo a seguir

Es fundamental construir un modelo que refleje los valores y principios de la organización flexible. Esto implica establecer políticas y prácticas claras que fomenten la flexibilidad en el trabajo, como horarios flexibles, trabajo remoto y programas de equilibrio entre vida personal y laboral.

Además, es importante que los líderes muestren el ejemplo al adoptar prácticas flexibles y demostrar su apoyo a la flexibilidad en la organización.

Adopta una mentalidad ágil

La agilidad es clave en una organización flexible. Esto implica estar dispuesto a abandonar enfoques y procesos obsoletos y adoptar nuevas formas de trabajar. Fomenta la experimentación y el aprendizaje continuo, animando a los empleados a probar nuevas ideas y soluciones. Una mentalidad ágil permite a la organización adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y aprovechar nuevas oportunidades.

Implementa políticas y prácticas de trabajo flexibles

La flexibilidad en las políticas y prácticas de trabajo es considerable para construir una organización flexible. Proporcionar opciones de horarios flexibles, trabajo remoto y políticas de licencias remuneradas brinda a los empleados la capacidad de equilibrar su vida personal y laboral.

Esto no sólo aumenta la satisfacción y el compromiso de los empleados, sino que también permite a la organización ajustar la capacidad de trabajo según las necesidades cambiantes.

Utiliza tecnología y herramientas colaborativas

La tecnología juega un papel valioso en la construcción de una organización flexible. Utilizar herramientas colaborativas como software de gestión de proyectos, comunicación en tiempo real y plataformas de trabajo en la nube facilita la colaboración y el intercambio de información entre los miembros del equipo, independientemente de su ubicación.

Esto permite a los empleados trabajar de manera más eficiente y efectiva, incluso en entornos de trabajo remoto o hibrido.

Sin embargo, la flexibilidad debe ir más allá, considerando que existen también trabajadores que preferirán volver a las oficinas cuando la pandemia sea cosa del pasado.

Ya sea porque no cuentan con el ambiente adecuado para trabajar en sus casas u otras razones, la empresa deberá enfrentar el tema con apertura y flexibilizar las condiciones para una coexistencia entre ambas realidades, ya que finalmente la idea es lograr cumplir con los objetivos y que se implante una cultura que aproveche el talento disponible ofreciendo la flexibilidad necesaria para que trabajen a su máximo potencial.