Los líderes tecnológicos están bajo más presión que nunca, no solo para tomar decisiones estratégicas, sino para demostrar que son las correctas.
En todos los sectores, las organizaciones están replanteando cada herramienta, cada proveedor y cada dólar gastado. No se trata solo de reducir costos. Se trata de mejorar el rendimiento, adaptarse a las cambiantes necesidades del negocio y generar valor a largo plazo. Las juntas directivas buscan resultados. Los directores financieros buscan ahorros. Y los equipos buscan herramientas que respalden su forma de trabajar hoy, no hace cinco años.
Las renovaciones se acercan rápidamente. Pero con demasiada frecuencia, las plataformas se renuevan sin una evaluación exhaustiva de su rendimiento. Los sistemas heredados persisten por inercia. Las soluciones duplicadas agotan silenciosamente el presupuesto. Y los líderes son responsables de plataformas que ya no son adecuadas.
Pero algunos CIO están cambiando la narrativa.
En lugar de reaccionar a la presión presupuestaria, la aprovechan como una oportunidad para liderar. Consolidan proveedores redundantes, reemplazan plataformas rezagadas y establecen un método consistente para evaluar qué realmente vale la pena conservar y qué no. Y lo más importante, coordinan estas decisiones entre los equipos de TI, compras, finanzas y negocios, para que cada decisión esté respaldada por datos, no solo por instinto.
Están haciendo preguntas como:
- “¿Qué sistemas realmente están dando sus frutos?”
- “¿Qué podríamos consolidar para ahorrar tiempo y dinero?”
- “¿Dónde estamos pagando de más por herramientas que ya no funcionan? ”
Están reemplazando las renovaciones reactivas con decisiones estratégicas, y esto está teniendo un impacto real. Cuando cada dólar cuenta, los líderes tecnológicos necesitan más que instintos. Necesitan perspicacia.
-Información IDC.