El mundo está inmerso en la revolución de la innovación, lo que hace 10 años era un parteaguas en tecnología hoy ya es parte de nuestra vida cotidiana. Ejemplo de esto son las aplicaciones móviles, tecnología de tele presencia, marketing dirigido por geolocalización, pagos en línea y demás avances que hoy son comodidades y un must.
Nuestro día a día, los procesos productivos, como nos comunicamos y nos transportamos han evolucionado. Lo mismo sucede con las acciones de filantropía y de Responsabilidad Social Corporativa (RSE).
Actividades de RSE tradicionales como pintar una escuela, reforestar un bosque, rehabilitar un parque o donar despensas, ropa o libros ya no son suficientes.
Debido a cómo ha cambiado nuestra interacción con nuestro entorno, gracias a la tecnología, la sociedad civil y las empresas deben replantear sus estrategias de Responsabilidad Social. El objetivo es el mismo, involucrar a más gente en acciones positivas por la comunidad y utilizar de forma más eficiente la ayuda que están dispuestos a dar.
Debido a esto, hemos podido identificar estas cinco tendencias para incentivar el voluntariado en la era digital.
1.- Aproveche la tecnología: Utilice las herramientas digitales disponibles en la empresa. Invite a sus colaboradores a donar utilizando algún tipo de plataforma tecnológica, administre foros de mejores prácticas en línea para colaborar con la comunidad, realice sesiones de tele-presencia donde expertos en su organización capaciten a comunidades a distancia. Esto ayuda a reducir tiempos de traslado y aprovechar al máximo los recursos.
2.- La especialización en la educación: Los avances tecnológicos de hoy requieren de expertos en innovación que entiendan el lenguaje digital y puedan innovar a través de éste. Es importante, si su empresa cuenta con talleres que capaciten en herramientas en la nube, apoyar a la educación con cursos de código básico o avanzado para niños y adolescentes. Con esto apoyamos educando y sembramos la semilla para contar con especialistas en la materia en el futuro.
3.- Haga un llamado constante al voluntariado: El voluntariado, ya sea tradicional o especializado, debe ir acompañado de una acción anual en grande. Sin embargo, crea grupos de trabajo que estén en constante contacto compartiendo ideas, acciones y un plan de trabajo para apoyar con acciones de RSE durante todo el año. Haga viral la satisfacción de ayudar.
4.- Apóyese de instituciones con los mismos objetivos: El voluntariado conjunto ayuda a maximizar los resultados. Busque empresas que tengan los mismos objetivos y realicen un plan conjunto que permita expandir los retos, las opciones y los resultados. Hoy, a través de la conectividad se pueden realizar sinergias de forma rápida y eficiente con otras organizaciones, así, el esfuerzo se potencializa y la reputación de su empresa mejora.
5.- Desarrolle programas a mediano plazo. El contar con programas que se extienden en dos o tres años permitirá que los resultados se extiendan de igual manera. Los programas piloto y el seguimiento harán que la forma de medir los impactos sea más fiable y se tenga un resultado más firme con el voluntariado.
Las empresas tenemos en la RSC la clave para lograr un verdadero cambio en el país. Participando en programas de mediano plazo, especializados, y que apoyen la educación, se puede generar un cambio positivo más duradero y de mayor impacto en los entornos sociales.
El conocimiento, la especialización y el plantar el espíritu emprendedor en los jóvenes es una apuesta segura para mejorar su futuro laboral y su desarrollo personal.
El compromiso de las empresas debe ser por siempre y sobre todo, contribuir de manera activa en el mejoramiento integral de la comunidad. El conocimiento es la llave. Tenerlo de manera práctica, concisa y útil, con un programa holístico de desarrollo personal es la oportunidad de dejar huella en un mundo competitivo.
______________
El autor de este artículo, Roberto García, es Director de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa de SAP México.