Akamai Technologies aseguró que consumir Ciberseguridad es el comienzo de una Nueva Era.
¿Te imaginas a alguien comprando un automóvil sin airbags y sin cinturones de seguridad? ¡Apuesto a que no puedes! Entonces, ¿por qué compramos computadoras sin el software antivirus ya instalado, los enrutadores domésticos sin un firewall ya instalado o los dispositivos conectados (IoT) que carecen de los controles de seguridad adecuados?
Creo que hay dos razones principales, señala Hugo Werner, vicepresidente Regional de Akamai para América Latina: primero, la mayoría de los consumidores carecen del conjunto de habilidades necesarias para evaluar el nivel de seguridad de esos dispositivos. En segundo lugar, la mayoría de los clientes no consideran el nivel de seguridad de todos esos dispositivos como algo relacionado con su seguridad. Cuando los clientes compran esos dispositivos, consideran los aspectos de seguridad como algo que asegura que sus datos, contenido y privacidad se protegen adecuadamente.
Pero los tiempos están cambiando y ya no es cuestión de tener el seguro adecuado, se está convirtiendo en una cuestión de seguridad.
¡Seguridad! = “Seguro”
A medida que todo lo que nos rodea se vuelve digital, más y más cosas se vuelven posibles. Con nuestra casa conectada a Internet, ahora tenemos la capacidad de controlar muchos aspectos de la operación de la casa de forma remota. Dado que nuestros autos ahora están conectados a Internet, podemos consumir y compartir datos mientras conducimos. Es solo cuestión de tiempo hasta que los automóviles estén completamente controlados por el software, liberándonos de la carga de sostener la rueda.
Pero espere, ¿qué pasa si nuestra casa está siendo hackeada y alguien manipula el dispositivo de detección de incendios, por lo que no es confiable en el caso de un incendio? ¿Y qué pasa si alguien piratea nuestro auto y altera los sistemas de navegación y control? ¿Y qué pasa si alguien lanza un ciberataque de ransomware distribuido en todo el mundo que hace que las computadoras del hospital que almacenan información no estén disponibles y afecten potencialmente la calidad del servicio que recibimos? ¡Suena familiar!
¿Todavía considera todos esos escenarios realistas como algo que clasifica como seguro o seguridad?
Seguridad == “Seguridad”
Claramente, ya no se trata simplemente de asegurarnos a nosotros mismos de los riesgos cibernéticos. ¡Es nuestra obligación como clientes asegurarnos de que estamos seguros!
Si verificamos (al menos algunos de nosotros lo hacemos) los resultados de las pruebas imparciales de calificación de seguridad para el automóvil que queremos comprar, es solo cuestión de tiempo hasta que querremos tener una calificación de seguridad imparcial similar que nos dé la capacidad de evaluar fácilmente los riesgos de seguridad involucrados con la compra del automóvil que queremos.
Si verificamos la calidad de los servicios de salud que queremos consumir en términos de capacidad de servicio, experiencia del personal e instalaciones, creo que es cuestión de tiempo hasta que también evaluemos esos hospitales en términos de su reputación y calificación de seguridad.
“Se supone que los consumidores no deben comprender los firewalls, el paisaje de amenazas y los parches de software; pero es nuestra obligación como consumidores exigir la capacidad de evaluar y calificar fácilmente el nivel de seguridad de los productos y servicios que queremos comprar”, dijo Hugo Werner.
Agregó: “Es nuestro propio interés hacerlo. En la Era Cibernética en la que vivimos, esas amenazas de seguridad representan un gran riesgo para nosotros y para el bienestar de nuestros seres queridos. Como consumidores, debemos asegurarnos de tomar las decisiones correctas. Necesitamos asegurarnos de que nuestros gobiernos, fabricantes de productos y proveedores de servicios creen criterios de seguridad basados en factores que pueden incluir: reputación, estándares de desarrollo de seguridad de software, actualizaciones de software, etc., todo con un simple “puntaje” que ofrece una comprensión clara y fácil de la calificación de seguridad de un producto determinado”.
Por último, el vicepresidente aseveró: “Nuestro poder como consumidores puede impulsar el cambio. La presión económica hace la diferencia y puede presionar y alentar a los fabricantes de productos y proveedores de servicios a cuidar mejor la seguridad y los riesgos de los bienes que ofrecen a los consumidores. Se espera pronto la era de la conciencia de la “Seguridad del Consumidor”.