El 2020 será recordado como un año extremadamente difícil. La pandemia de COVID-19 impuso al mundo desafíos para los cuales no estaba preparado, provocando cuantiosas pérdidas económicas y, lo que aún más grave, de vidas.
Sin embargo, para el mundo laboral el 2020 trajo profundas dificultades, pero también amplias oportunidades. Empresas y profesionales se vieron obligados a tomar nuevas decisiones y analizar nuevas perspectivas. Con el pasar del tiempo, podremos hablar de un legado que dejó la pandemia y que se basa en los siguientes conceptos:
Home Office
Las circunstancias impuestas por la pandemia obligaron al mundo laboral a tomar medidas para contrarrestar el distanciamiento social y el confinamiento. Y para eso, la tecnología jugó un papel primordial, facilitando el home office.
Aunque era una modalidad que algunas empresas ya experimentaban, la gran mayoría aún no pasaba de la intención de aplicarla algún día. Sin embargo, la necesidad obligó a la masificación del trabajo a distancia.
Apenas unos meses después, Robert Half, empresa de reclutamiento especializado en TI, realizó una encuesta y uno de los objetivos fue medir el impacto del COVID-19 en las oficinas. El 91% de los encuestados aseguró querer que las empresas permitan a los profesionales trabajar desde sus casas con más frecuencia. La tendencia persiste y el teletrabajo seguramente pasará de ser una tendencia a una realidad incuestionable.
Nueva dinámica laboral
Los equipos de trabajo tuvieron que adaptarse a un esquema laboral donde los profesionales ya no estaban juntos en una oficina.
Aunque hay negocios y roles que requieren de presencia física para llevarse a cabo, miles de profesionales no necesitan hacerlo. Esa flexibilidad laboral requiere la misma colaboración y trabajo en equipo y, para lograrlo se echó mano a la tecnología para realizar videoconferencias y reuniones de coordinación y comunicación para mantener la actividad en marcha.
Aunque se requieren esfuerzos adicionales, se instaló una sensación de que es absolutamente factible, propiciando un equilibrio entre las horas trabajadas y el tiempo libre, además de reducir el tiempo de desplazamientos y una menor cantidad de reuniones en terreno.
Reinvención de las oficinas
Aunque no dejarán de existir, las oficinas pasarán por una reinvención, debido a que queda claro que sus espacios deben replantearse. Seguiremos necesitando comunicarnos y relacionarnos más allá de los límites de la tecnología, pero quizás los tamaños y distribución de los espacios no volverá a ser la misma en muchos rubros.
Fortalecimiento de herramientas tecnológicas
El aspecto tecnológico cobró aún más importancia. Sean las herramientas de comunicación virtual para realizar reuniones, plataformas de atención al cliente, ventas o de gestión empresarial, el mundo laboral fue forzado a salir de su zona de confort para innovar o reinventarse.
Eso derivó en una dinámica donde empresas y profesionales demostraron su capacidad de adaptación al cambio y habilidades para aprender y mejorar una serie de aspectos fundamentales para el mundo laboral que se impondrá cuando termine la pandemia.
Auge de las habilidades blandas
El trabajo a distancia y la dispersión de los equipos abrió la puerta a la valorización de las habilidades blandas, que antes no tenían gran relevancia para muchos.
Quienes ocupan puestos de liderazgo se han visto enfrentados a nuevos desafíos relacionados con la gestión y la comunicación con los integrantes del equipo.
Aspectos como la confianza y el compromiso de los trabajadores, la unidad del equipo, el manejo comunicacional, la distribución de las cargas laborales, plazos y prioridades, entre otros, requieren altas dosis de habilidades blandas, por lo que ahora son altamente valoradas.
Dentro de todo lo negativo que supuso la pandemia del COVID-19, el mundo laboral tiene motivos para ver el futuro con optimismo. Ante las dificultades y desafíos que impone esta nueva realidad, las empresas y profesionales han sabido reaccionar y encontrar soluciones que no han permitido apenas sortear estos meses, sino que asoman como un legado de la pandemia de cara al futuro.