¿Qué aumenta la motivación y el crecimiento de los empleados, crea un entorno de trabajo dinámico, impulsa las capacidades de liderazgo y gestión, y mantiene una cultura fuerte en las empresas? La mentoría.
Encontrar a los mejores talentos es un logro, retenerlos es un reto mucho mayor, pero empujarlos a romper sus propias expectativas e inculcarles el valor de asumir nuevos retos es una hazaña cultural que, en última instancia, distingue a una empresa. Los empleados de hoy están ávidos de nuevos retos, de un trabajo estimulante, de un desarrollo continuo, pero sobre todo de un entorno de trabajo enriquecedor.
Una encuesta de PwC muestra que el 74% de los empleados latinoamericanos están dispuestos a aprender nuevas habilidades o a especializar sus conocimientos para potenciar su empleabilidad. Sin embargo, la misma consultora reveló que 9 de cada 10 ejecutivos indicaron que su empresa experimenta una alta rotación en sus equipos de trabajo y el 81% identifica esta situación como una seria limitante para el crecimiento futuro.
Para que estos profesionales puedan elevar al máximo sus conocimientos, los retos son fundamentales.
La importancia de los retos radica en la experiencia que producen, ya que traen consigo oportunidades de aprendizaje incalculables.
A menudo, las respuestas no se encuentran en los libros de texto sino en una combinación de conocimientos de ingeniería, experiencia personal y voluntad de compartir con un equipo multi dinámico; los retos son, en última instancia, complejidades que se discuten y resuelven juntos; no son más que problemas de la vida real que requieren una resolución técnica.
Los retos actuales para la profesión de ingeniero consisten en resolver diversos problemas que son derivados de una realidad cada vez más digitalizada y con una demanda mucho mayor. Por ello es importante establecer retos que empujen a los ingenieros a salir de su zona de confort para aprender nuevas cosas. Sin duda, en un entorno de mentoría, la retroalimentación es esencial para fomentar un mayor aprendizaje.
Los mentores comparten las mejores prácticas, la calidad del código, nuevas pruebas, ayudan a identificar y resolver problemas con sus equipos; proporcionan consejos prácticos y oportunos, reducen los sentimientos de bloqueo y ayudan a gestionar la frustración; todo ello con el objetivo de hacer crecer a sus colegas más jóvenes técnica, personal y profesionalmente.
Este tipo de cultura de trabajo no sólo es beneficiosa para los ingenieros juniors, sino que también tiene una influencia positiva en los ingenieros más experimentados. Los jóvenes ingenieros aprenden de la experiencia, la creatividad, el ingenio y la diferencia generacional que, en definitiva, les resulta una fuente incomparable de nuevas experiencias. Esta cultura reúne en un solo lugar toda una carrera de experiencia con la emoción de un nuevo comienzo en cada desafío, creando una cadena que consiste en subirse a los hombros de los gigantes que precedieron a cada mentor.
La mentoría, junto con una cultura de retroalimentación y crecimiento, puede ayudar a los empleados a cultivar un sentido de pertenencia al equipo, especialmente cuando se trata de equipos de ingeniería.
El establecimiento de relaciones de mentoría ha demostrado ser extremadamente beneficioso para el crecimiento tanto de los ingenieros junior como de los senior y ha ayudado a los equipos a estar más cohesionados y a crear soluciones innovadoras.
La mentoría es la mejor manera de impulsar la carrera de cualquier ingeniero, aprendiz y, sobre todo, de cualquier emprendedor. En lugar de pasar largos años en una posición sólida, un programa de mentoring ofrece la oportunidad a cualquier ingeniero de entrar en un reto de crecimiento constante; no hay ningún secreto oculto para alcanzar posiciones de alto nivel: el mentoring impulsa cualquier sueño.
Brian Salomaki, Site Lead de Lyft México.