La invención y la adopción de implantes, tales como los marcapasos, bombas de insulina, audífonos y sistemas de estimulación cerebral profunda, el mundo se está llenando de seres humanos que podrían considerarse en parte máquinas. Sin embargo, algunos informes recientes describen a personas que se implantan tecnología en sus cuerpos por una mayor comodidad en su vida cotidiana y no por motivos médicos. Cuando permitimos que nuestros cuerpos contengan cantidades crecientes de datos personales hackeables surgen las preguntas acerca de si es o no adecuada.
“Muchas veces, solo se piensa en la seguridad en el último momento, y a veces nunca. Y aunque la bioaumentación ha sido “el tema” de ciencia ficción durante mucho tiempo, esas historias no tratan sus implicaciones cotidianas: ¿Qué pasa cuando las claves privadas están bajo nuestra piel? ¿Alguien puede convertirse en una copia virtual de mí agitando mi mano? ¿Quién podría estar seguirme donde quiera que vaya? “Nyfiken” significa curioso en sueco, y cuando se trata de responder a estas preguntas, en realidad lo somos y mucho”, comentó Patrick Mylund Nielsen, analista senior de seguridad de Kaspersky Lab.
BioNyfiken está liderando la normalización de este fenómeno para hacerlo masivo. Su punto de vista defiende que tener un implante inteligente sub-dérmico no es tan diferente a llevar un pendiente o tener un tatuaje, y que un número creciente de personas optarán por tener implantes-NFC compatibles con una gran variedad de información.
“Estamos viendo una creciente comunidad de personas que experimenta con los implantes de chips, que permite a los usuarios realizar de forma rápida y sencilla una variedad de tareas cotidianas, tales como permitir el acceso a los edificios, el desbloqueo de dispositivos personales sin códigos PIN y permitir el acceso de lectura a los distintos tipos de los datos almacenados”, comentó Hannes Sjoblad, uno de los fundadores de BioNyfiken.
“El despegue de esta tecnología es importante para la historia de la interacción humano-computadora, similar a los lanzamientos del primer escritorio de Windows o la primera pantalla táctil. La identificación con el tacto es natural, innata, para los seres humanos. Los códigos PIN y las contraseñas no son naturales. Y cada dispositivo adicional que tenemos que llevar, ya sea un llavero o una tarjeta magnética, es otro elemento que molesta en nuestras vidas. Es por eso que sentimos que era crucial trabajar junto a un experto de seguridad que realmente entiende la tecnología para que nos ayude a analizar los riesgos. Kaspersky Lab es el socio ideal para la investigación de BioNyfiken”, agregó.