Varios empleados de Google han renunciado y otros miles han firmado una petición de protesta contra la participación en el proyecto de inteligencia artificial del Pentágono de Estados Unidos conocido como Maven. La razón de esta “rebelión” es debida al miedo que tienen a que este trabajo sea el primer paso hacia el uso de la IA para fines letales. De hecho, el pasado abril firmaron 4,000 empleados de Google aproximadamente una carta abierta en la que indicaban que, debido a su participación en el proyecto, el gigante de Internet estaba poniendo en riesgo la confianza de los usuarios, además de ignorar su responsabilidad moral y ética.
Así pues, según fuentes de la compañía, la ejecutiva Diane Greene explicó al personal el viernes pasado que no continuarían después de que el actual contrato terminara el próximo año en marzo. Sin embargo, Kate Conger, periodista del sitio web de noticias tecnológicas Gizmodo, le dijo a la BBC que Google no había cancelado el Proyecto Maven y no parecía haber descartado un trabajo futuro con el ejército.
Ya la compañía confirmó el pasado abril que el Pentágono está utilizando algunas de sus tecnologías de reconocimiento de imágenes como parte de un proyecto militar.
Un portavoz de Google declaró a la BBC que Mavern es un proyecto del Departamento de Defensa y que Google está trabajando en una sección específica con fines “no ofensivos” y utilizando un software de código abierto. “Tenemos la intención de salvar vidas y evitar que la gente tenga que hacer un trabajo sumamente tedioso. Lógicamente, cualquier uso militar del aprendizaje automático plantea preocupaciones válidas. Pero estamos comprometidos a hacer un debate exhaustivo y con expertos mientras que continuamos desarrollando nuestras políticas en torno a estas cuestiones”.
Un informe de Gizmodo ha reflejado que los altos cargos de la compañía estaban profundamente en conflicto sobre los efectos de la asociación con el Pentágono. Por un lado veían el contrato como una gran oportunidad, mientras que por otro estaban preocupados sobre cómo se percibiría está participación. Sea como sea, es probable que el Pentágono encuentre muchas otras compañías felices de tomar este el lucrativo negocio.
El Proyecto Maven implica el uso del aprendizaje automático y el talento de ingeniería para distinguir personas y objetos en videos de drones. Se ha informado que el contrato vale menos de 10 millones de dólares para Google, pero que podría sacar una cooperación más amplia con el Pentágono.
Meredith Whittaker, una investigadora de inteligencia artificial de Google, ha sido muy crítica con el trabajo de Maven y escribió en Twitter que estaba “increíblemente feliz con esta decisión” y que tiene “un profundo respeto por la gran cantidad de gente que trabajó y se arriesgó para que esto suceda.
-IDG.es