Los directivos de TI consultados por Gartner creen que la escasez de talento es la barrera más importante para la adopción del 64% de las tecnologías emergentes. En 2020, este porcentaje apenas era de un 4% y, de hecho, este aspecto se citó con mucha más frecuencia que otras barreras en el estudio elaborado por la firma de análisis de este año, quedando lejos otros hándicaps como el costo de implementación (29%) o el riesgo de seguridad (7%).
Es más, la escasez de talento especializado inhibe, según los encuestados, la adopción de infraestructura informática y servicios de plataforma, red, seguridad, puesto de trabajo digital, automatización de TI y almacenamiento y base de datos. Además, es el principal factor de riesgo para adoptar la mayoría de las tecnologías de automatización de TI (75%) y casi la mitad de las tecnologías del lugar de trabajo digital (41%).
Yinuo Geng, vicepresidente de investigación de Gartner, consideró que el impulso del teletrabajo y la aceleración de los planes de contratación que se ha producido en 2021 (incentivados a su vez por la pandemia) son los factores que han agudizado esta escasez de talento de TI, “especialmente en lo que respecta a las habilidades de abastecimiento que permiten la nube y el edge, la automatización y la entrega continua”.
Aun así, se adoptan más tecnologías emergentes que antes
A pesar de este desafío, la realidad, según el citado estudio, es que los responsables de infraestructura y operaciones y otros directivos de TI han aumentado la adopción de tecnologías emergentes para impulsar la innovación a medida que las organizaciones comienzan a recuperarse de la pandemia.
En todos los ámbitos tecnológicos consultados, el 58% de los encuestados informó de un aumento o un plan para aumentar la inversión en tecnologías emergentes en 2021, en comparación con el 29% en 2020. Además, las funciones de infraestructura y operaciones han sido testigos de una reducción en los plazos de despliegue, y se espera que todas las tecnologías en despliegue alcancen la adopción en los próximos seis a 18 meses.
Otra tendencia que se observa es la “democratización del suministro de TI“. En este sentido, el 82% de los directivos de TI están de acuerdo o muy de acuerdo en que los directivos de otras áreas de sus empresas influyen cada vez más en las decisiones de adopción de tecnologías emergentes.
Cloud y seguridad, las protagonistas de la nueva era
El informe pone de manifiesto que la resiliencia y la mejora de la infraestructura crítica de TI lideran las prioridades entre estos ejecutivos. El resultado, como no podía ser de otra manera, es que están impulsando las implementaciones en la nube y las inversiones en tecnologías de seguridad.
Por ejemplo, para permitir que la información se mueva con agilidad entre ubicaciones físicas y virtuales, las organizaciones están invirtiendo de forma intensiva en crear una sólida base de nube híbrida, con el apoyo de las tecnologías multicloud. Los sistemas distribuidos en la nube, los agentes de seguridad de acceso a la nube (CASB) y la planificación de recursos empresariales (ERP) en la nube se encuentran entre los que llegan a la fase de despliegue en 2021, y los encuestados afirman que la resiliencia es el principal motor de inversión para el 63% de estas tecnologías cloud.
Por otro lado, a medida que crecen las amenazas, sobre todo las relacionadas con los dispositivos en los entornos de trabajo híbridos, la seguridad de la infraestructura cada vez es más prioritaria. De 2020 a 2021, el número de tecnologías de seguridad en despliegue aumentó considerablemente: del 15% al 84%. En 2021, el 64% de los encuestados informaron que han aumentado o están planeando aumentar las inversiones en tecnologías de seguridad, frente a solo el 31% en 2020.
-IDG.es