La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa a futuro, sino una apuesta concreta para el crecimiento empresarial. Sin embargo, el ritmo acelerado de inversión contrasta con una implementación aún incipiente. De acuerdo con datos de Elev8, firma global especializada en formación ejecutiva y digital perteneciente a la Digital Business Factory VIKO, el 92% de las compañías planea incrementar su inversión en IA en los próximos tres años, pero apenas el 1% ha logrado traducir esa inversión en resultados tangibles y sostenibles.
Este desfase revela un problema estructural: la brecha entre el desarrollo tecnológico y la preparación del talento humano. “La conversación ya no es si la IA se va a integrar, sino cómo y con qué competencias internas”, apuntó Pedro Abad, CEO Américas de Elev8.
Según el estudio Superagency in the Workplace de McKinsey, el 47% de los ejecutivos consultados reconoce que sus organizaciones avanzan con lentitud en la adopción de IA, y señalan como principal obstáculo la falta de habilidades técnicas y estratégicas dentro de sus equipos.
Pero no se trata solo de una carencia técnica. La transformación digital exige una evolución cultural y operativa en las empresas. La incorporación efectiva de herramientas como la IA requiere más que infraestructura: implica adaptar procesos, desarrollar pensamiento crítico, y reconfigurar la toma de decisiones en todos los niveles.
Frente a este reto, la formación continua aparece como una respuesta necesaria, pero aún subestimada. Elev8 propone mod
La gran pregunta para el entorno empresarial no es si se cuenta con la tecnología adecuada, sino si el capital humano está realmente preparado para operar con ella. Y mientras la inversión crece, el riesgo de que el talento quede rezagado sigue latente.
“Las organizaciones que no inviertan en sus equipos difícilmente podrán traducir sus apuestas digitales en productividad real”, concluyó Abad.